Limpieza: Según la dermatóloga de la clínica Santa María las rutinas de limpieza no deberían ser muy diferentes a las que cualquier mujer necesita. Productos neutros, como leches micelares, para piel sensible y jabones antiacné para las con tendencia a la grasitud. Donde sí existe una diferencia para las runners es en el cuerpo. “Al aumentar el número de duchas al día una mujer de piel sensible debería usar un jabón suave y uno antibacteriano para las pacientes con tendencia a la foliculitis (aparición de ‘espinillas’ en piernas, glúteos, etc). El secado debe ser prolijo, sobre todo en pliegues para evitar la maceración y aparición de hongos”, asegura la especialista.
Hidratación: En el rostro la hidratación dependerá del tipo de piel de cada persona. En el caso de las pieles grasas lo mejor es una crema liviana y libre de aceites, en pieles secas la alternativa ideal sería una crema con alto poder humectante. “En el cuerpo se sugiere usar un producto más liviano, como una leche corporal o una crema en gel, para no obstruir los conductos de salida de glándulas sudoríparas y sebáceas”, recalca la dermatóloga.
Eliminar el sudor: Con el entrenamiento, viene el sudor. Eso es inevitable. Pero no necesariamente este sería dañino para la piel. “El sudor no es perjudicial pero lo ideal es darse una ducha inmediatamente post ejercicio para eliminar la humedad además de mantener una temperatura corporal adecuada y evitar enfriamientos”.
Protegerse del sol: El protector solar de una runner debería ser adherente, resistente al agua y con un factor de protección solar de 50 o más. “Lo ideal es usar los que son especialmente fabricados para deportistas. Estos no escurren al transpirar durante el ejercicio y evitan la irritación ocular”. El protector solar debe retocarse cada 2 a 3 horas además la especialista sugiere usar un gorro protector, gafas y ropa que cubra el cuerpo lo más posible.
Maquillaje: No son pocas las que se dan ‘una manito de gato’ antes de salir a entrenar. Malas noticias: no es recomendable usar maquillaje al hacer ejercicio. “Aunque los productos sean libres de aceite, estos pueden obstruir el conducto de salida de glándulas sudoríparas generando erupciones incómodas en la piel. También pueden obstruir las glándulas sebáceas generando lesiones similares al acné”.
