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6 consejos para prevenir el dolor de músculos cuando vuelves de entrenar (según los especialistas)

Volviste a correr, y comenzó a aparecer un dolor de músculos. No te preocupes, le preguntamos a un traumatólogo y un kinesiólogo sus mejores consejos para evitarlos.

¿Dolor de músculos? Si volviste a correr después de mucho tiempo entrenando en casa, o derechamente sin entrenar, ¡este post es para ti! Conversamos con el Dr. Diego Amenábar, traumatólogo especialista en Medicina Deportiva y con Rafael Rossi, kinesiólogo, ambos de Clínica Universidad de los Andes, y estas son algunas de sus recomendaciones fundamentales para no sufrir dolores o lesiones en esta vuelta a las pistas. 

6 consejos para evitar el dolor de músculos

  • Retoma gradualmente

Quienes vuelven a correr en este periodo después de estar mucho tiempo sin hacerlo, lo más probable es que terminen con algo de dolor muscular, y es normal, ya que el dolor muscular está asociado a un trabajo de un esfuerzo físico.  Pero para evitar lesiones, que sí son un problema, el retorno debe ser gradual. Por ejemplo si antes trotabas 60 minutos a cierta intensidad, empezar con 30 minutos a menor intensidad, y desde ahí construir la base. No puedes volver al mismo ritmo que antes porque el cuerpo va a fallar”, explica Rafael Rossi.  

  • No arranques sin calentar

“Si empiezas a correr sin calentar, el cuerpo aún no está adaptado a ese ejercicio de alta resistencia, entonces partirías ocupando la capacidad anaeróbica (que no requiere oxígeno), lo que hará que el músculo se canse más. Por eso es clave el calentamiento, ya que permite que el sistema circulatorio, digestivo y el mismo que procesa la glucosa dentro del cuerpo empiecen a adaptarse a este ejercico que viene. Así, cuando llegas a un nivel de intensidad mayor ya tienes una frecuencia cardiaca y respitaroria adecuadas y el cuerpo está preparado para alimentar a este músculo que requiere energía”, describe el Dr. Amenábar.  

  • ¡Siempre elongar!

“La elongación también tiene un rol clave en este proceso de adaptación del cuerpo, ya que permite que los ligamentos se acostumbren a las cargas, es una especie de ‘alineación de las fibras’, para que al momento de empezar a trotar tengan una elasticidad adecuada, lo que también disminuye el riesgo de dolencias y lesiones”, agrega el traumatólogo de Clínica Universidad de los Andes. 

  • Baja la intensidad gradualmente

“Si hiciste un ejercicio de muy alta intensidad, los músculos obtuvieron parte de esa energía sin oxígeno (ejercicio anaerónico) lo que acumula ácido láctico, y para eliminarlo es mejor bajar de a poco la intesidad, porque así ese músuculo empieza a eliminar los metabolitos. Si en cambio frenamos bruscamente, es más probable que el músculo luego nos moleste o que tengamos un calambre”, explica el Dr. Aménabar.  

  • Ojo con la hidratación

“Una correcta hidratación es fundamental para evitar dolores musculares. Antes del ejercicio (tomar agua una media hora previa a la salida), durante -aunque en el trote es más complejo- y después. Muchas veces los dolores son una respuesta secundaria a cuando se está deshidratado”, agrega el Dr. Amenábar.

  • Pon atención a intensidad del dolor

“Si bien ciertos dolores musculares son normales, es importante estar atentos a la escala de dolor. Cuando la molestia se vuelve más intolerable y va en aumento a pesar de los descansos, es importante tomar precauciones y acudir a un especialista. El running, al ser un deporte de impacto en que el cuerpo recibe mucha carga, requiere cierta preparación física y asesoría”, advierte Ra

por

Josefina, periodista, corredora aficionada y editora de Ladyrun.

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