Hace tiempo que no corríamos con unas UltraBoost…desde antes de la pandemia (que a estas alturas parece hace mil años). Así volver a probar unas nos hizo mucha ilusión porque en versiones anteriores nos gustaban mucho… usé tres de sus modelos pasados.
No sé si serán los años que dejamos de vernos, pero me parece, una zapatilla completamente diferente. La silueta se siente mucho más ancha y tosca, nada que ver a los tejidos super ajustados de antes. Aunque la verdad ahora me gusta mucho más porque si existió alguna razón para alejarnos fue precisamente lo ajustadas que se sentían.
Así que partimos los primeros kilómetros con las UltraBoost de adidas con la cabeza puesta en el peso. Queríamos tener la sensación real que probara cuán livianas eran…porque ese es (según la marca) su punto fuerte y cumplen porque se sienten super ligeras. Se ven y -creemos- son como unas zapatillas para entrenamientos diarios que se sienten tan ligeras como unas para carrera.
Una buena alternativa para las que buscan llegar a una carrera con la seguridad de una zapatilla amortiguada, pero liviana como para volar cuando dan la largada.
Los aspectos más técnicos se los dejamos en -Nota Ladyrun- acá les queremos hablar sólo de nuestras sensaciones. Un plus que vimos en este modelo es que es de rápida adaptabilidad ¿qué significa eso para nosotras? Que no sentimos que debíamos acostumbrarnos para disfrutar los kilómetros; al poco andar ya habíamos congeniado ritmo y comodidad.
Y por último el look de la zapatilla. Aunque las describimos anteriormente como “toscas” en verdad es tosco en un buen sentido de la palabra. Tiene un aire vintage que nos encantó, como si fueran las zapatillas de toda la vida, pero con una tecnología definitivamente del futuro.
