¿Lista para salvar a tu pelo y piel post verano?
Sí a la exfoliación. Para remover las células muertas que se acumulan en las capas más superficiales de la piel es clave que te exfolies regularmente, ¡al menos una vez por semana! Con ello ayudas a que tu piel pueda respirar mejor, y adoptar un aspecto más liso y terso. Y no creas que por exfoliar vas a eliminar del todo el bronceado que te dejó el veranito; si utilizas un exfoliante suave, lo que conseguirás es que ese color dorado se vea mucho más natural y luminoso. Para facilitar la tarea una buena idea es ayudarte con un guante de exfoliación.
¡Adiós a las manchas! Si los efectos de la radiación UV dejaron su huella en tu piel y te aparecieron manchas y pecas, es importante que te las cuides y revises con un dermatólogo. Si bien es innegable que las pecas aportan un toque súper coqueto, y casi siempre con benignas, hay que tenerlas en la mira sobre todo aquellas que mantienen mucha actividad o cantidad de pigmento (oscuridades), aquellas de aspecto irregular, las que no estamos seguras de cuando han aparecido o las que han experimentado un cambio reciente. Una buena forma de tratar las manchas en tu rutina es privilegiar productos despigmentantes y que contengan Retinol.
Limpia tu rostro en profundidad. Con el calor y el sudor se produce un aumento de secreción sebácea que fomenta la aparición de puntos negros y brotes; y además se ven afectados el colágeno y elastina de la piel, por lo que las arrugas se ven más marcadas y la piel más flácida. Es por esto que post-verano es un momento ideal para realizar una limpieza facial profunda o derechamente un peeling (siempre hecho por un profesional). La premisa es quitar las células muertas, reparar, nutrir e hidratar en profundidad.
Devuélvele la vitalidad a tu pelo. El pelo es una de las partes del cuerpo que más sufre durante el verano, sobre todo por los efectos de la radiación UV y del cloro de la piscina. ¿La fórmula infalible para que reviva? Lo primero, corta las puntas, ¡sí, aunque duela renunciar a esos centímetros!; luego, es fundamental que inviertas en productos cuya función principal sea hidratar (reponer el agua en la hebra capilar), nutrir (reponer los lípidos que lo impermeabilizan) y reconstruir (recuperar las proteínas, en particular la queratina, fundamental para aportar consistencia al tejido que forma la hebra). Además del shampoo y acondicionador, no olvides sumar una crema capilar que deberías aplicar al menos una vez a la semana con un suave masaje de puntas a raíz. ¡Ah! Y como las temperaturas aún se sienten súper agradables, evita usar el secador de pelo u otras herramientas de calor.