Suscríbete
Búsqueda

4 malos hábitos post entrenamiento

No todas somos perfectas ni seguimos la pauta del corredor al pie de la letra y, muchas veces, hacemos lo que sabemos no nos hace bien. Estos son algunos de esos hábitos post entrenamiento que debemos erradicar aunque nos cueste ¡Usted no lo haga!

1

No elongar

Corremos, corremos, no elongamos y después andamos alegando porque tenemos los gemelos apretados o que nuestros pies nos están matando ( en mi caso) o porque, en peor de las circunstancias, nos lesionamos. Elongar un par de minutos post entrenamiento puede hacer la diferencia porque estos sencillos movimientos fomentar la recuperación del músculo y la movilidad de las sustancias tóxicas que se liberan con la actividad física.

2

No comer

Llegaste a la casa de entrenar, te bañas, eliges la tenida del día, te lavas los dientes, te tomas un café y sin darte cuenta ya ha pasado un tiempo considerable desde que terminaste de correr y aún no comiste ¿Da lo mismo? Sabemos que no reponer nutrientes después de 30 minutos de terminado el entrenamiento no es recomendable y no sólo para la recuperación muscular que nos hace más fuerte para próximos kilómetros, la experiencia me confirma que ese mal hábito es responsable del síndrome de ‘hambre voraz’ que afecta a algunas corredoras como yo. Mejor llevar siempre un snack rápido para reponer de inmediato, y así ganamos tiempo y recuperamos como corresponde.

3

No cambiarnos de ropa

Este punto es importante tanto en invierno como en verano. Mejor dicho: la ropa húmeda después de entrenar nunca es buena. Ni para la ropa ni para nosotras. Mantenerla húmeda en el cuerpo puede provocar infecciones cutáneas incluso acné y en la ropa, cuesta mucho más eliminar los ‘malos olores’ que se puedan producir en el entrenamiento. Porque, reconozcámoslo, no siempre olemos a rosas.

4

No tomar agua

En este punto, me castigo más que en ninguno de los anteriores¡ Pucha qué me cuesta tomar agua! Nada que hacer: soy una adicta al café y las bebidas light. Ese es mi pecado y el agua, mi salvación. Mientras escribo estas palabras veo mi vaso de agua casi lleno, pero sí me he esforzado de cada vez que vuelvo de correr tomar uno vaso grande al seco. Para que se acuerden la próxima vez que le hagan el quite al agua, no tomarla puede producir: calambres, fatiga y una baja de ánimo generalizada.

por

Josefina, periodista, corredora aficionada y editora de Ladyrun.

Comentarios