Aunque lo ideal es empezar el día entrenando y así quedar desocupada el resto de la jornada y con la tarea hecha, muchas veces simplemente no podemos salir al alba. Quizás eres como yo y no tienes con quién dejar a tus hijos antes de irte a trabajar, o tal vez no eres una ‘morning person’.
El tema es que con el horario de invierno oscurece más temprano y se hace más peligroso salir a correr en las tardes, por lo que nos empezamos a quedar sin opciones para entrenar. Aquí es cuando la hora de almuerzo se ve como la salvación.
Hay contras, es cierto. No es mucho el tiempo que tenemos y necesitamos inscribirnos en un gimnasio, pero si podemos hacerlo, no perdería la oportunidad. Especialmente si eres una runner sin club, pues en los gyms te encuentras con personal trainers que te pueden apoyar a cumplir tus objetivos.
Les dejamos cinco claves para que entrenar a la hora de almuerzo
Planifica tu almuerzo: Aunque ocupes tu hora de colación entrenando, no puedes dejar de comer. Para no empobrecerte comprando almuerzo todos los días, te recomiendo planificar todos los domingos qué vas a almorzar durante la semana y armar tuppers que puedas llevar a la oficina para comer post entreno.
Busca un gym cerca: Mientras más lejos de tu lugar de trabajo esté el gimnasio, menos ganas te van a dar de ir. Busca algo que te quede a pocos minutos para que le saques partido al tiempo que tienes y para que no te empieces a desmotivar con el paso de las semanas.
Asesórate: Los gimnasios tienen entrenadores felices de ayudarte a lograr tus objetivos. En mi caso, le conté a un trainer que quiero correr 21K en octubre por lo que me armó un plan para fortalecer mi musculatura y de a poco iremos aumentando el cardio. Comparte tus metas con expertos y verás resultados.
Ten un kit preparado:Para entrenar a la hora de almuerzo, optimizar el tiempo es fundamental. Para esto es bueno tener una mochila –o tu bolso LadyRun- con todo lo que necesitas, o sea zapatillas, calzas, peto, polera, cintillo, calcetines, champú en seco, peineta, jabón, toalla y sandalias. Solo debes cambiar la ropa sucia en la noche y estarás lista para el día siguiente.
Programa tu semana: Insisto, debemos optimizar el tiempo. Arma un calendario que incluya qué harás cada día para que cuando llegues al gimnasio no pierdas el tiempo pensando qué hacer. Por ejemplo: Lunes 40 minutos de trotadora – Martes clases de abdominales – Miércoles rutina de personal trainer, y así hasta el viernes.