¿Sabías que correr como terapia es una excelente alternativa?
- Deja tu mente en blanco.Uno de los principales atractivos que conquista a los amantes del running es que exige desconectarte de la rutina y enfocar tu mente en algo tan simple, y a la vez enriquecedor, como correr. Con música o disfrutando el ruido ambiente, sumar kilómetros (¡donde sea!) es la oportunidad perfecta para poner tu mente en blanco y dejar atrás, al menos momentáneamente, las preocupaciones del día a día.
- Ordena tus ideas.Aunque puede parecer opuesto al punto anterior, lo cierto es que ambos beneficios son perfectamente complementarios. Abstraerse de los problemas y preocupaciones de la rutina a través del running, y verlos desde una nueva perspectiva, son condiciones ideales para reordenar tus ideas, resolver conflictos o simplemente darte cuenta que lo que parecía terrible y apocalíptico, no lo era tanto. A ti, ¿te ha pasado que sales a correr muy enojada y cuando vuelves ya ni te acuerdas bien qué era?
- Bienvenidas endorfinas.Es probablemente el ítem más irrefutable respecto a los beneficios del running. También llamadas ‘hormonas de la felicidad’, la producción de endorfinas durante el deporte incide directamente en nuestro estado de ánimo, generando sensaciones de felicidad, buen humor y reduciendo considerablemente los niveles de ansiedad y cuadros depresivos (leves).
- Conéctate con las cosas simples.Si hay algo que nos fascina de correr, es la simpleza del deporte. No se requieren mucho equipamiento, pero sí mucha energía y determinación, y eso lo convierte en una disciplina súper transversal y sin muchas excusas. Conéctate con lo sencillo de ponerte las zapatillas y partir, con tu respiración, con las sensaciones que experimenta tu cuerpo, con tus pensamiento, con el entorno… cada zancada recorrida es una invitación a disfrutar de lo sencillo, para restar importancia a lo que parece complejo y grave.
- Fortalece tu confianza y autoestima. Mientras mejoras tu desempeño y cumples tus metas (sin importar cuán grandes o pequeñas sean), no solo fortaleces tu cuerpo, sino que también tu mente. Correr es una oportunidad para re-encantarte contigo misma, con lo fuerte que eres, con tu capacidad de superación, y sobre todo con el cuidado y respeto de tu cuerpo y mente. Sumar kilómetros es también aprender a quererte.