Este año me comprometí a NO dejar de entrenar y justo por temas de trabajo ando recorriendo todo el país. Generalmente un par de días a la semana me obliga a romper la rutina y partir a alguna ciudad. Es entretenidísimo, pero también agotador: pasar en aeropuertos, aguantar climas distintos, extrañar mi cama y la comida de casa. Lo mejor de todo es que casi no he perdido entrenamientos y confirmé que sí es compatible con la rutina de aviones, aeropuertos y hoteles.
Aquí comparto 5 razones que comprueban que se puede NO dejar de entrenar:
Zapatillas puestas siempre: El primer bonus de la ropa de trote es que es la más “empacable” porque no pesa, no ocupa espacio y si las zapatillas no caben en la maleta, hay que llevarlas puestas para evitar olvidos. Personalmente, he aprendido a la hora de hacer la maleta de darle la misma importancia a la ropa de trabajo que a la deportiva y creo que eso me ha permitido poder finalizar o partir el día con un trote relajado intentando cumplir el entrenamiento.
Revisar el HeatMap de Strava: Uno de mis primeros post en LR fue sobre las rutas más populares. Ahí presenté el mapa de calor de Strava (ese mapa que muestra las rutas más populares en la mayoría de las ciudades del mundo). En los trotes viajados han sido una excelente herramienta a la hora de planificar el camino a la hora de correr: identificar las zonas más concurridas, para no exponerse a riesgos, sino aplicar plan B.
Plan B: reservar en un hotel con gimnasio: Este es el plan b o el comodín de los viajes. Ya sea por seguridad, clima o comodidad, siempre el hotel elegido debe tener gimnasio o en su caso una trotadora.
Es una buena oportunidad de conocer otro lugar: ¿Y si ya que estoy aquí por qué no aprovecho de conocer un poquito más y me quedo uno o dos días más?, dedicarle uno o dos días más a la estadía es algo maravilloso, porque también me da la oportunidad de hacer el largo por un lugar completamente distinto (para eso aprovecho de quedarme en esa ciudad el fin de semana) así la aventura – y las ganas de cumplir con el entrenamiento- me llevó a hacer un Trail en las Torres del Paine o sumar kilómetros por el borde costero de Arica.
Siempre pensar en el próximo desafío:Viajar todo el tiempo cansa un montón. Mi receta para mantener el entrenamiento y no tirar la toalla cuando estoy fuera de Santiago, es pensar en mi próximo desafío, en el tiempo que queda para poder cumplirlo y en todo lo que habré hecho para llegar a esa meta. Personalmente hacer del presente, futuro es una excelente excusa para no abandonar y cumplir con todo el plan.