¿Correr con lluvia? ¡Nos encanta! Por qué: acá les cuento:
El hecho de salir, ya es un tremendo logro. Siempre he creído que lo más difícil de correr con lluvia, es básicamente salir: vencer la flojera cuando te asomas por la ventana y el día está gris, motivarte a ponerte las zapatillas a pesar del clima y arrancar con tu mejor pinta waterproof. Así que si ya saliste, más allá de la distancia, tienes la primera GRAN victoria a tu favor.
Terreno libre solo para ti. Es un hecho, los valientes que salimos con lluvia somos una minoría, y lo bueno de eso es que las rutas están mucho más despejadas. No es que no me guste encontrarme con más gente en mis trayectos, porque es BACÁN, pero igual rico tener otros días en que tienes el terreno libre para ti (sobre todo con las franjas deportivas).
Me siento mucho menos cansada. No es si es el agua en sí o la sensación de ir más fresquita, pero al correr con lluvia me siento harto menos cansada que en un trayecto con condiciones normales (sin lluvia). Eso sí, siempre salgo con una chaquetita a prueba de agua para no correr estilando y terminar resfriada, ¡tampoco es la idea!
Para correr con lluvia, se necesita un playlist adecuado
Un boost extra de emoción. Esto es algo muy personal, pero estoy segura de que a alguna de ustedes también le debe pasar. Cuando corro con lluvia y con alguna playlist de esas que te empoderan, me siento más power que nunca, muy a lo Rocky Balboa entrenando con nieve en Filadelfia con guantes y gorrito de lana (¿se acuerdan de esa escena?).
Quemo más calorías. Para mi correr es una actividad de bienestar físico y emocional, que va más allá de la calorías, pero si mi reloj me dice que quemé más que otras veces, en el mismo trayecto y tiempo, igual esbozo una sonrisita… Y aunque no es mi objetivo, eso también me ha sorprendido positivamente de correr con lluvia. Hay quienes dicen que la razón es que como el cuerpo tarda más en entrar en calor (esto no aplica para lluvias tropicales), los movimiento son más intensos y por ende se queman mas calorías; o bien que la inestabilidad del terreno (está resbaloso) hace que una active mucho más toda la musculatura. Yo me inclino más por la 2ª explicación, porque la lluvia no es sinónimo de bajas temperaturas.