Las nuevas Adidas Adizero Adios Pro 4 llegaron a mis pies como una promesa de velocidad. Y no solo lo prometen: lo gritan. Con su diseño llamativo, lleno de colores vibrantes que inspiran energía desde el primer vistazo, estas zapatillas no pasan desapercibidas ni por estética ni por capacidades.
Lo primero que sentí al ponérmelas fue su ligereza extrema. Literalmente, caminar con ellas es como ir sobre nubes. El upper de malla es ultra liviana, pero firme, envolviendo el pie sin apretar. En lo técnico, las Adios Pro 4 vienen equipadas con entresuela Lightstrike Pro de doble capa y un rediseño de la placa de carbono ENERGYRODS 2.0, lo que entrega una propulsión notable. La sensación es como si la zapatilla te empujara hacia adelante, motivándote a mantener el ritmo o incluso acelerarlo.
Y aquí viene mi reflexión más personal: yo no soy una runner competitiva. Me gusta correr, me esfuerzo, entreno, pero aún estoy muy muy lejos de esos ritmos de elite para los que, en teoría, fueron pensadas estas zapatillas. Sin embargo, fue imposible no dejarme llevar por lo que transmiten. Me sentí más rápida, más liviana, más confiada. Como si por un momento pudiera alcanzar esos ritmos soñados.
Eso sí, también tuve que reconocer que son “mucha zapatilla” para mi nivel actual. No porque no pueda usarlas (¡claro que puedo!), sino porque su diseño técnico está tan orientado al rendimiento que quizás no les estoy sacando todo el jugo.
¿Lo mejor? Me motivaron. Me dieron ganas de correr más, de entrenar mejor, de ver hasta dónde puedo llegar. Y solo por eso, ya valen la pena.
¿Para quién son las Adizero Adios Pro 4? Para runners que buscan mejorar sus tiempos, ya sea en distancias cortas o largas, y que valoran una zapatilla que reaccione, que acompañe y que empuje. Pero también para quienes, como yo, aunque no vayan super rápido, se permiten soñar con llegar algún día.