En septiembre pensamos: “debería perder un par de kilos para este verano al fin ponerme traje de baño más confiada”, pero llega diciembre y la llamada ‘operación bikini’ se transforma en una batalla contrarreloj. Los matinales se llenan de dietas express y las revistas femeninas nos bombardean de planes detox. Aunque le ponemos empeño, sabemos que si hubiéramos sido constantes meses antes seguro habríamos llegado a la meta pero ahora, a última hora, ya es demasiado tarde.
Lo mismo le pasa a los corredores en la previa de una carrera. Seguimos el plan de entrenamiento al pie de la letra, hacemos nuestros largos y el fortalecimiento muscular, pero siempre querríamos estar un poco más livianos para enfrentar la carrera. Más ligeros, más rápidos ¿no cierto? Lo cierto es que, muchas veces, la tarea de alimentarse correctamente y alcanzar el porcentaje de grasa corporal ideal es la tarea más difícil de cumplir.
A casi un mes de eMDS2016, y en las semanas de los últimos ‘largos’, la tentación de bajar un par de kilos aumenta, pero como asegura la nutricionista María Teresa Onetto, del centro de kinesiología deportiva KMP (www.kmp.cl), a estas alturas ya es poco lo que se puede hacer sin arriesgarse. “En estas últimas semanas de entrenamiento intenso hay que confiar en el volumen de kilómetros para bajar esos últimos kilos, pero no hay que volverse loco tratando de llegar al peso objetivo porque es justamente ahora cuando necesitarás energía para seguir entrenando y hacer una correcta recuperación muscular”.
Aunque correr es uno de los deportes que más calorías quema, también estimula el apetito. Y sobre todo después de un largo ¡mucho! Por eso y aunque seamos deportistas amateur deberíamos fijarnos más en la composición corporal que en el peso porque es ese índice el que realmente afecta la momento de correr una carrera. “Si existe un exceso de grasa ( mujeres más de un 30% y más de un 20%) si podría afectar porque correr con mayor % de grasa se sabe tiene incidencia en lesiones porque hay más carga”, asegura la nutricionista de KMP.
Es precisamente en estas semanas cuando debemos concentrarnos en alimentarnos bien y seguir entrenando. “Los corredores que se están preparando responsablemente para distancias de medio maratón y maratón saben que deben hacer una correcta carga de carbohidratos pre y post para no llegar completamente reventados a la meta”, agrega Onetto. Acá no hay formulas mágicas sino consideraciones que son parte de las consideraciones básicas de una alimentación saludable: evitar el exceso de alcohol, grasas, azúcar refinada y frituras.
Así que ya saben nada de dietas hipocalóricas ni cortar de raíz los carbohidratos ni las grasas saludables ( palta, aceite de oliva, frutos secos, etc.) porque eliminar estos alimentos es como extraer el combustible que necesitamos para hacer ejercicio, lo que finalmente no es beneficioso para bajar de peso. La alimentación para los corredores, que entrenen más de 6 horas semanales debe ser: 60% carbohidratos, 25% grasas o lípidos y 15% proteínas.
Ahora a disfrutar de estas últimas semanas de entrenamiento y a nutrir nuestro cuerpo de alimentos saludables para disfrutar de una próxima carrera.