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Así debería ser tu ducha post-entrenamiento

Muy cortas para alcanzar a llegar al trabajo a la hora, o largas y pausadas para finalizar el día ultra relajadas. La ducha post entrenamiento es clave para recuperar, y acá te contamos cómo debiese ser la de toda corredora.

Aunque a veces te sientas tentada a saltarte la ducha post-entrenamiento, sobre todo en los días fríos o cuando andas corta de tiempo, NO LO HAGAS. Además de la rica sensación de sentirnos limpias luego de sudar la gota la gorda, cuando entrenamos nuestro cuerpo libera toxinas y gérmenes que quedan sobre la piel y que debemos remover con el agua. Si estás apurada, opta por una ducha exprés y no te laves el pelo, pero no te la saltes.

Acá algunos consejos para hacer más efectiva tu ducha post-entrenamiento

  • Espera al menos 10 minutos antes de meterte a la ducha, aunque lo ideal sería una media hora. Cuando entrenamos elevamos considerablemente la temperatura corporal de nuestro cuerpo y nuestra piel queda muy sensible, por lo que es recomendable esperar a que nuestra temperatura baje un poco antes de meternos bajo el agua. Además si te metes a la ducha cuando todavía estás transpirando, probablemente lo seguirás haciendo cuando salgas del agua. Aprovecha estos minutos para elongar si es que no lo has hecho, o incluso para sumar algunos abdominales.

 

  • Lo que no debe faltar en la ducha de una runner: jabón o gel hidratante, ya que la piel se seca mucho con los cambios de temperatura; exfoliante, en gel o crema, debiese ser un infaltable entre corredoras, ya que la piel tiende a acumular toxinas que es necesario remover; esponja o guante de exfoliación, para potenciar al máximo la acción de los exfoliantes, usa estas herramientas específicas que no dañarán tu piel y la dejarán ultra suave.

 

  • ¿Agua fría o caliente? Ambas son beneficiosas, pero evita las temperaturas extremas. El agua fría (no helada) te ayudará a recuperar tu ritmo cardíaco, y si tienes algunas inflamación, te ayudará a contraer los vasos sanguíneos; mientras que el agua tibia (no caliente), aumentará tu irrigación sanguínea y por lo tanto favorece la recuperación localizada. Aunque cueste, la recomendación general es comenzar con agua tibia (para que se abran los poros y se eliminen toxinas) y finalizar con algunos minutos de agua fría para tonificar y revitalizar la piel y músculos.

por

Periodista, valdiviana y fanática del sur de Chile. Corro porque me hace feliz, y mucho más si es escuchando reggeaton.

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