El clóset de corredora no es un ítem que debamos reducir a lo más barato o poleras viejas. Acá hay dos cualidades que deben conjugarse: tecnología y diseño, porque en Ladyrun nos gusta correr cómodas, pero también con estilo.

Afortunadamente las aburridas patas negras/grises y poleras básicas han cedido terreno a coloridos modelos inspirados en las tendencias de moda, y con sorprendentes tecnologías enfocadas en potenciar el rendimiento de nuestros entrenamientos.

Aquí es donde aparecen las prendas sin costuras, cortadas con máquinas especiales que sellan la tela, sin necesidad de rematarlas con dobladillos. ¿Cuáles son sus principales ventajas? “La ropa sin costuras no roza la piel ni causa fricción, previniendo irritaciones, y la tela no se mueve con el cuerpo, lo que también evita cualquier picazón al entrenar. Estas prendas proporcionan mayor flexibilidad y son más ligeras, la ropa se siente como que no existiese”, describe Tomás Ruiz, Product Trainer Specialist de adidas Group.

Además, al no tener costuras, su desgaste es menor ya que no se empezarán a descoser. “Tienen mucho aguante. Esto las hace una opción excelente para el desgaste que se produce cuando la ropa se somete a muchos tirones y se extiende durante una sesión de entrenamiento”, agrega Tomás.

Y por último, y muy (¡muy!) importante, estos cortes se ajustan a la silueta de manera tal que no marcan los rollitos. ‘Contienen’ -como me gusta decir-, así, entre km y km, una va con todo en su lugar, y sin preocuparse de subirse las patas ni bajarse la polera cada 5 minutos.

Personalmente soy una fanática de estas prendas y las recomiendo 100%. Hay patas, tops, ropa interior e incluso calcetines; eso si, es importante elegir modelos que además de no tener costuras sean de una tela respirable. Estuve vitrineando y en sus últimas colecciones las principales marcas deportivas ofrecen alternativas de sobra, que si bien son un poco más caras, créanme que su comodidad justifica la inversión.