Entre la emoción por mejorar nuestras marcas, lo bien que se siente sumar kilómetros y las endorfinas que liberamos con cada entrenamiento, muchas olvidamos lo importante que son las jornadas de descanso. Lejos de ser días ‘flojos’, tomarte un break del running para el cuerpo y a la cabeza es fundamental para potenciar nuestro desempeño, evitar lesiones, y además mantenernos motivadas.
El cuerpo necesita descansar durante la noche, pero también durante el día, por eso es importante marcar en el calendario un día a la semana para colgar las zapatillas, y buscar otra actividad de ocio o deportiva, pero de baja intensidad. Está comprobado que un día libre a la semana permite que el cuerpo restablezca los niveles de glucógeno, se refuerce y ayudar a reducir la fatiga y la posibilidad de lesionarnos por un sobre-entrenamiento.
Además, aunque a veces no lo notemos, la cabeza también pide un respiro, y desenchufarnos momentáneamente del trote es una excelente forma de mantenernos motivadas. Eso sí, no te pases para el otro lado, porque si prolongas demasiado el ‘break’, volver a las pistas se volverá cada vez más difícil…
Ya sabes, planifica tu descanso y disfrútalo sin remordimientos como una etapa más de tu entrenamiento, y verás cómo parar te ayudará a avanzar con más fuerza.