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Cómo correr en ayuno

Somos muchas las corredoras AM que optamos por entrenar en ayunas. Porque no sabemos qué comer o porque buscamos bajar nuestro porcentaje de grasa. Si elegimos mal nos puede dar una puntada, un dolor estomacal, pero si no comemos nos podemos fatigar. Acá les explicamos un poco más sobre el entrenamiento en ayunas.

Correr en ayuno tiene sus ventajas, la más importante es su capacidad para quemar grasas. Eso porque el cuerpo utiliza como combustible los hidratos de carbono y posteriormente, las grasas. Si las ‘reservas’ están bajas, el cuerpo utiliza más rápido las que tiene guardadas. Ese proceso comienza pasados 20-30 minutos de un entrenamiento de baja intensidad.

“Cuando uno entrena en ayuno el cuerpo ha gastado parte de las reservas de glicógeno para generar energía, mantener nuestro cuerpo funcionando mientras dormimos y no comemos. Esto hace que estas escasa reservas que quedan en la mañana se gasten fácilmente y tengamos que echar mano a otro combustible como es la grasa”, explica la doctora Ximena Muñoz, nutrióloga Clínica MEDS.

¿Sirve o no para bajar de peso? No hay evidencia científica que concluya que así es, aunque sí se ha reportado en diferentes estudios que dicen que favorece una baja en el porcentaje de grasa. De todas maneras, no es la panacea si es que no se sigue una dieta equilibrada. Para quienes quieran darle una oportunidad al entrenamiento en ayunas la doctora recomienda ir entrenando el hábito a largo plazo porque hay personas que sí pueden presentar una fatiga por la falta de carbohidratos de liberación rápida y  ellos no deben forzar este tipo de entrenamiento e incluir una pequeña porción de estos alimentos antes de correr.

Lo primero es testear cómo funciona nuestro cuerpo corriendo en ayunas. Los expertos recomiendan siempre partir con distancias cortas y intensidades bajas ( y sólo alcanzar medias cuando estemos entrenados, pero nunca intensas). De todas maneras, siempre se debe ir con algún tipo de carbohidrato de rápida absorción para tener a mano frente a una fatiga.

Eso cuando nos enfrentamos a un entrenamiento normal. En el caso del día de una carrera, de una sesión de intervalos más intensa o frente a un corrida ‘larga’ es diferente. La misma especialista recomienda que en esos casos la carga de carbohidratos se debe hacer en el día y en la noche anterior; y en la mañana privilegiar el consumo de carbohidratos, con poca proteína, poca fibra y poca grasa. Además de la hidratación diaria que jamás le debe faltar a una corredora.

Finalmente el mejor consejo que he escuchado: prueba, pero nunca el día de una carrera. Entrena a tu cuerpo hasta encontrar ese alimento que te permita entrenar con energía, pero fomentando el consumo de grasas.

por

Periodista corredora. Le gusta ver tele y películas además de escuchar buena música corriendo. Pueden seguirla en su cuenta de Instagram @amigasquecorren

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