¿Qué define ser buena o mala corriendo? Nadie, ¡solo tú! Así que lo primero es dejar de compararte con el rendimiento del resto y enfocarte en el tuyo. Si empiezas a correr enfocada en tus propias sensaciones y en disfrutar, y no tanto mirando hacia el lado o preocupada de qué dirán de tu tiempo, verás que tus entrenamientos se vuelven bastante más entretenidos.
Sigue TU ritmo. Generalmente cuando sentimos que somos ‘pésimas’ es porque estamos agotadas y terminamos parando cada 100 m o dejando el entrenamiento a la mitad… Para evitarlo, debes considerar 2 puntos fundamentales: primero, y no lo olvides, el running CANSA, así que si te sientes cansada no te preocupes, quiere decir que lo estás haciendo perfecto; segundo, para no llegar al punto de un agotamiento que no te permita seguir y donde lo pases mal, debes seguir tu propio ritmo. No el de tu partner, el tuyo. Escucha tu cuerpo, sus sensaciones y respétalo, ¡una fórmula segura para el desafío de cómo correr mejor!
Contra el cansancio físico, ¡fortaleza mental! El cansancio es parte del deporte, pero sobrellevarlo requiere fortaleza mental, así que no olvides que el running, sobre todo en distancias largas, también exige trabajar nuestra cabeza y los mensajes que le enviaremos al cuerpo. Si en tu mente resuena la frase “soy pésima”, entonces probablemente tus piernas lo creerán. Deja de auto-sabotearte y da vuelta el mensaje a algo positivo. La primera que tiene que creerse el cuento eres TÚ.
Equípate correctamente. Muchas veces creemos que somos malas corriendo, porque no nos equipamos como debemos. Evidentemente, para hacer un deporte bien y disfrutarlo, es clave tener el equipo correcto. Por supuesto que te sentirás pésima si sales con unas zapatillas que te incomodan o con un bolso que te hiere la piel, ¡ouch!
Establece metas realistas. El fracaso y la frustración son algunos de los peores enemigos en la cabeza de una corredora, por eso si el tacharte de ‘pésima’ es un sentimiento recurrente, es importante que replantees tus objetivos y definas pequeñas metas, más realistas y siempre personales. A medidas que vayas cumpliendo esos mini logros, reforzarás positivamente tu percepción como deportista y poco a poco darás vuelta la balanza para disfrutar más y autocriticarte menos.