«Me quedó una uña negra después de los 21k», «me quemé el muslito» o «no puedo caminar con las ampollas que tengo». Estos son algunos de la larga lista de reclamos típicos que suelen escucharse de las runners principiantes o de una olvidadiza después de una media maratón, 42k o de un largo. Son heridas incómodas y dolorosas, pero son nuestras heridas de guerra de runners y tienen solución: la prevención.
Entonces, para aquellas de las que escucho ¿por qué no me lo dijiste antes de correr? y también para las que se olvidan y no vuelvan a sufrir, aquí les dejo algunos tips:
Ampollas: esta es definitivamente de las más comunes. Se producen por la fricción de la ropa que llevamos puesta y por el sudor que no se evapora del cuerpo. Su lugar favorito suelen ser los pies, plantas e incluso entre los dedos. Para esto les recomiendo echarse vaselina, no probar calcetines nuevos y lo más importante, usar el número correcto de zapatillas y en este punto es esencial saber comprarlas. No pueden quedarte justas porque tendrás heridas seguras, al correr se hinchan los pies, pero tampoco pueden bailar dentro de la zapatillas. Lo ideal es comprarse medio número más. Personalmente me envuelvo los dedos, uno por medio, con cinta adhesiva de esas 3M (las de color piel) que es suave y evita ese roce. También suelo ponerme en los bordes e incluso en la planta. El talco también es una buena opción. Una vez que la tienes, si es grande reviéntala con una aguja y déjala secar.
Rozaduras: encabeza la lista de las clásicas y los lugares más típicos son las axilas, el brazo por el lado interno, planta del pie, el «muslito», pezones (más en los hombres) y las pechugas (en el caso de las que tienen más busto). La solución para eso es, primero que todo, la calidad de la ropa. Hay telas que irritan más que otras. Les recomiendo no correr con shorts si van por más de 5k, a menos que sean de los que tienen pata por dentro. Yo corro con patas cortas de algodón y no me hacen heridas. Para el muslito también pueden aplicar vaselina. Lo mismo en brazos y axilas. En el caso de las mujeres más pechugonas lo ideal es tener el bra deportivo que acompañe, que no tenga costuras en las copas para evitar los roces y prevenir con vaselina y la cinta adhesiva en la parte de los pliegues. Siempre me acuerdo de una amiga que siempre se ponía cinta adhesiva en el borde inferior de la pechuga. Una vez se olvidó y ya corriendo , lejos ya de la casa, sin ganas de volver, decide ponerse hojas de hortensias y ¡funcionó! Si la rozadura ya existe se recomienda limpiar la herida y dejarla secar.
Uña negra: esta es la prueba de las largas distancias. Puede que nunca te ocurra, pero algo de negro vas a ver por ahí. Algunas han perdido la uña, pero tranquila…vuelve a crecer. Para esto volvemos a elegir el calzado correcto, que no tope la punta de los pies. El talco y la vaselina, al igual que el calcetín perfecto, vuelven a la carrera. Preocúpate de que estén bien secos y que no queden arrugados. Además recuerda que no debes cortarte las uñas pocos días antes de la carrera, eso puede generar heridas y eventualmente la uña negra. Hay personas que para endurecer la planta del pie, se las lavan en alcohol y así también secas algunas heridas. Esto lo puedes hacer mientras ves televisión.
Como podrás darte cuenta el tema aquí es tener vaselina, cinta adhesiva y ropa adecuada. Sobre todo en esta época que el calor también hace de las suyas. La buena noticia es que quiere decir que estás corriendo más distancias y que tiene solución.