¿Café con colágeno? El colágeno hidrolizado hizo su irrupción como un popular suplemento alimenticio hace un par de años, y desde entonces no ha hecho más que sumar adeptas. Atributos le sobran: esta proteína es la encargada de mantener la elasticidad y firmeza de nuestros tejidos (de ahí que fortalece las articulaciones), mantiene la piel hidratada y tonificada, las uñas fuertes, y además contribuye al buen funcionamiento del metabolismo.
Hay distintos tipos de colágeno; el marino, viene de pescados; el de péptidos, viene de animales terrestres; o el sintético, creado 100% en laboratorios. Su dosis recomendada es de 10 g diarios, y es posible encontrarlo en distintos formatos, como cápsulas, gomitas o en polvo, que es el que nos interesa en este post.

Café con colágeno, ¡la súper bebida!
Nuestro bendito café con colágeno hidrolizado se han convertido en una combinación cargada de beneficios, y además son dos elementos que se conjugan en perfecta armonía. Basta con que añadas un par de cucharadas de colágeno en polvo (previamente disuelto) a tu café para que adopte una deliciosa textura cremosa, que te hará olvidar que estás tomando un sumplemento alimenticio.
La fórmula infalible
1. repara tu café negro como de costumbre. Si te gusta helado para los día de calor, súmale algunos cubitos de hielo.
2.Disuelve un par de cucharadas de tu colágeno en polvo en agua tibia y ¡revuelve como si no hubiese un mañana! Puede ser con un mini espumadero para darle más cremosidad y evitar grumos (ojo que según cada marca puede variar la cantidad de agua necesaria para disolverlo). Luego agrégalo suavemente a tu café.
- Si agregas el colágeno en polvo directamente al café puede quedar con grumos y no será tan cremoso.
3. Para finalizar, espolvorea especies como canela, nuez moscada o clavo de olor, para darle un sabor especial y sumarle aún más propiedades (por ejemplo la canela mejora los trastornos digestivos y disminuye la fatiga).
Eso sí, como la mayoría de los resultados de una vida sana, sus efectos no se hacen evidentes de un día para otro, sino que requierne un consumo constante, como mínimo de 3 meses. Y por supuesto, complementado con una alimentación equilibrida y actividad física.