Me acuerdo cuando empecé a correr, sin querer, partí como una corredora multimarca. Unas zapatillas Nike (de cualquier modelo) que había llevado por casualidad a Estados Unidos, unas leggings ¾ de procedencia desconocida y una polera de algodón marca ‘chancho’ (literalmente). Dudo que algo de lo que usaba haya sido hecho para correr, pero en los inicios creemos que todo sirve. O sales con lo que tienes en el clóset o sales con la tenida completa de una sola marca recién comprada.
Sí, esto último en verdad ocurre. Y es que entras a la tienda y si ya te vas a comprar las zapatillas, aprovechas de adquirir poleras, calcetines para correr que obviamente no tienes, la visera para el sol, y si ya estás llevando una que te queda bien, por qué no comprarla en todos los colores.
Sin embargo, con los años te vas volviendo más experta. Encuentras telas que te acomodan, modelos que te calzan mejor, colores que te gustan más y ahí volvemos a tomar diferentes caminos como runner. Algunos se encaminan hacia el tipo ‘futbolista’. Todo de una marca. Básicamente pareces un corredor auspiciado o con algún descuento. O simplemente te gusta tanto esa marca que aunque el último short que lanzaron no te queda bien lo usas igual porque no puedes echarte para atrás ahora con tu fanatismo.
Eso sí, esto es con respeto, como dice el Mago Valdivia. Porque por lo general las marcas tienen un modelo de medidas que no siempre se ajustan al físico de una, y es ahí donde la tenida sufre modificaciones y hay que investigar en otras aguas.
Los tipos de corredor multimarca
Está el que no siente nostalgia del pasado sino que lo lleva consigo. Lo vemos usar poleras que posiblemente no sean de running, que llevan toda una vida en el clóset (pero no se botan). Para él o ella lo nuevo o lo de moda no necesariamente es lo mejor.
Larga vida al runner ochentero con colores ‘chillones’, ‘shores’ (porque no son short) que tienen un largo particular, y zapatillas que compraron hace 10 años. ¡Gran valor! Este corre con lo que pilla a mano y estrena poleras urbanas en el running sin preocupación.
Y este último se parece mucho al tercer runner en competencia…la corredora multimarca. Yo me asumo, no corro auspiciada por la vida, pero en base a los años que llevo corriendo ya soy capaz de tener una marca para cada cosa. Lo he confesado muchas veces y mis zapatillas favoritas son las Pegasus de Nike. La cantidad de versiones de este modelo que tengo llenan un espacio específico del clóset. Y es que el pie es ‘jodido’ y si ya se acostumbró a una cosa para que tentarlo a la lesión.
Sin embargo a medida que vamos subiendo por el body las cosas van cambiando. Los calcetines son básicamente la ponderada marca ‘chancho’, mientras no se vean…todo bien. Es lo que menos dura en la vida útil de un corredor por lo que no le doy tanta importancia. Las uñas se pierden igual corriendo cerro abajo y sobre los 15 más de alguna herida es normal.
Orgullosa corredora multimarca
Si bien mis primero kilómetros fueron con leggings ¾, nunca más las volví a usar. Invierno y verano los ‘shores’ son lo mío y desde hace algún tiempo, además de los que compro en la ropa usada por los colores y modelos antiguos, Under Armour tiene mi modelo favorito que puedo comprar sin probarme. Un sueño hecho realidad en la vida de las mujeres.
Para las poleras la regla es, en mi caso, usar cualquiera. Eso sí jamás las de las corridas a menos que tenga una historia detrás. Y en cuanto a los petos, es simplemente el que me pruebe y me acomode, porque su importancia es la misma que la de las zapatillas. Ahora uso unos Adidas que me compré en Utah en una tienda outdoor y son los mejores que he tenido desde hace años.