Esta es mi experiencia sobre correr y lactancia. Soy mamá de dos niños chicos. El menor de ellos tiene solo unos meses, y nos encontramos en el ‘maravilloso’ mundo de la lactancia (entre comillas porque hay quienes lo aman y quienes lo odian, pero este post no es para debatir sobre eso, tranquilidad).
El tema es que, como podrán adivinar, también me gusta mucho correr. Es un espacio para mi, sin llantos ni niños que me llaman, algo así como mis minutos de amor propio. El problema es que la lactancia con la vida del runner no siempre combinan bien, por lo que tenemos que tomar algunas medidas para poder rendir de la mejor manera en la pista y en la pechuga.
Mis mejores consejos sobre correr y lactancia
Sal a correr ‘vacía’. Esto es fundamental. Yo soy una vaca lechera muy lechera y las pechugas me crecen bastante cuando no han sido vaciadas. Lo peor es que mi guagua toma de una por vez, por lo que suelo tener una más grande que la otra. Muy estético, verán. El tema es que cuando la pechuga está grande por la leche no es lo mismo que ser pechugona. Estamos hablando de dolor y molestias varias que son mejores evitar. Por lo mismo, trato de salir justo después de amamantar, y si es que tengo la otra pechuga full, aplico sacaleches antes de correr.
Usar un peto firme, o si es necesario dos. Por lo mismo del primer punto. Las pechugas de nodriza pueden doler, por lo que es bueno mantenerlas lo más quietas posible. Ese peto de soporte medio o bajo que usabas antes ya no te va a servir. En mi caso, incluso me he puesto de a dos petos a la vez. Ese peto con tiritas finitas que usabas antes va a tener que esperar el destete.
La limpieza posterior. Me imagino que todas nos duchamos después de correr jajaja. Aunque ojo, si estás amamantando, te recomiendo poner especial énfasis en tus pechugas. Lava bien con harta agua para eliminar el sabor a sal. Una vez volví de un trote y mi gordito estaba muerto de hambre así que le traté de dar pechuga ¡Lo odió! ¿Qué tipo de leche salada es ésta?
Chicas lo fundamental aquí es saber que se puede. Ser mamá de un lactante no es antónimo de ser runner. De que se puede, se puede, pero ojo a estos tips cuando se animen ¡feliz running!