No le pasa a todas, pero sé (porque lo he comentado con amigas) que no estoy sola en esto. Muchas runners acumulamos exceso de saliva al correr, y las causas son múltiples. Puede ser por alergias (como reacción al polen), el aire frío o el esfuerzo del cuerpo que hace que los pulmones y el aparato cardiovascular trabajen más y generen más saliva.
La sensación es bien desagradable porque llega un punto en que simplemente no podemos tragar más y cual futbolista en medio de la cancha, no queda otra que escupir. Este delicado acto no se ven nada de bien, estamos de acuerdo, pero a veces es tan necesario, así que si no les ha pasado, ¡por favor no nos juzguen! Y si son muy asquientas, solo miren para otro lado y ya está…
En todo caso, para las ladies que como yo padezcan de este mal, antes de escupir por supuesto asegúrense de no tener a nadie cerca y háganlo a un costado de la ruta. En otras palabras, pasen piolita. Además, si ya están en esa, métanle fuerza nomás, así se soluciona el problema de una. Es un poquito asqueroso, sí, pero les prometo que se sentirán bastante más aliviadas para seguir sumando kilómetros sin esta incomoda sensación en la boca.