La respuesta corta y resumida es: con un par puedes sobrevivir. Hay zapatillas que funcionan bien en pista, cinta, calle y en la carrera, y mientras las cuides no vas a tener problemas, aunque sean tu único par.
Pero si quieres ser más específica y buscas, por ejemplo, cuidar tu trotadora o no quieres gastar de más tus zapatillas regalonas de carrera, puede que necesites más de un par en tu clóset deportivo.
Aquí te contamos algunas alternativas por las que puedes optar para variar zapatillas en tus trotes:
- Si corres en distintos terrenos, vas a necesitar al menos dos pares: uno para la pista/calle, y otro para el trail. Debido a su suela y material especializado, las zapatillas de trail te van a ahorrar varios costalazos en la montaña, pero si las usas en la calle estas características especiales se van a desgastar innecesariamente. Así que, si eres, o quieres ser, corredora de montañas, invierte en zapatillas especiales y guarda las otras para cuando las necesites.
- Para entrenamientos rápidos: si te tocan series, fartleks, o quieres correr más liviano, elige zapatillas específicas para este objetivo. Como se trata de carreras intensas, pero de distancia corta, necesitas que sean livianas y aerodinámicas, mientras que la amortiguación toma un segundo lugar de importancia.
- Para largos: Aquí debes usar zapatillas con buena amortiguación y que sean responsivas. Es una buena idea que los largos previos a la carrera sean con las zapatillas que usarás el gran día, para comprobar que te acomodan y que no te van a provocar heridas.
- Mixtas: Hay zapatillas que sirven tanto para entrenar como para trotar suave o correr distancias cortas, sin provocarte lesiones. Estas son ideales para usar en el gimnasio y lo ideal es mantenerlas fuera de la calle para que estén limpias y no llenen la trotadora de tierra u otros materiales que la puedan perjudicar.
¿Cuántas zapatillas tienes? ¿Con una es suficiente o las vas cambiando de acuerdo al momento y al lugar?