Hay días que estás cansada, que no quieres entrenar, ver tus zapatillas, tampoco activar tu reloj en el modo correr. Y en serio: eso significa que puedes necesitar un descanso del running. Esto no quiere decir que dejes de lado tu entrenamiento, sino que puedes tratar algo nuevo.
Acá te damos algunas ideas:
Anda al gimnasio. Hay días que quiero hacer mi entrenamiento en el menos tiempo posible. Si voy al gym caliento un rato en la elíptica, hago una rutina de pesas, elongo y listo. Trabajo terminado!
Corre a una piscina. Aprovecha que es verano y la temporada de piscina todavía está abierta. Puedes nadar un rato en tu piscina más cercana y terminas tomando un rato de sol y descansando. Qué mejor.
Conoce un nuevo cerro. Santiago tiene muchos cerros para explorar. Si quieres dejar de correr prueba haciendo trekking acompañada de una amiga. Así caminarás por horas, y cuenta totalmente como un entrenamiento.
Prueba algo completamente nuevo. Apúntate a una clase de zumba, pilates, crossfit. Seguro te encantará. Así cambias tu rutina, ejercitas músculos nuevos y quizás encuentres algo nuevo que hacer como entrenamiento complementario.
Descansa. Quizás simplemente lo que necesitas es un día de descanso. A veces entre las rutinas de entrenamiento, no escuchamos lo que quiere el cuerpo y dejamos pasar un merecido descanso. Así que apaga esa alarma, quédate en la cama y disfruta porque te lo mereces.