Correr con coche…no es lo que más me gusta, pero a veces no queda otra alternativa que cumplir con el entrenamiento corriendo con tu hijo en coche. Y ¿por qué no es mi situación ideal? Porque inevitablemente la postura se resiente, la velocidad baja y hay que estar atenta no solo a tus sensaciones si no también a los tiempos de tu hijo/a quien tiene que ir cómodo y feliz.
Pero correr con coche también tiene cosas buenas. La más importante: haces parte a tu hijo de lo que te hace feliz, y eso lo hará entenderte más cuando salgas sola, pero también lo motivará a hacer deporte en un futuro.
Elegir el coche: No fue fácil la elección de un coche y, ahora que lo analizo, no sé si tomé la mejor decisión. Compré un coche con mucha amortiguación y resistencia, pero grande y no tan liviano. Les recomendamos elegir un coche para correr, no un coche que sirva para correr sino uno diseñado especialmente para esa función, les dará estabilidad, amortiguación y seguridad. Eso si uno pequeño y liviano, que no tenga tantos compartimentos ni accesorios que agreguen peso.
Considerar la edad de tu hijo: Las mamás que están ansiosas de retomar post parto, deberán tener paciencia porque se recomienda comenzar a correr en coche pasados los 6 meses o idealmente un poco más…cuando la cabeza del niño ya esté estabilizada.
La hora adecuada: Esto se establece mediante ensayo/error. Para algunos niños y mamás lo ideal es que sea antes de una siesta para que el movimiento los canse y se duerman en el trayecto; para otras, lo mejor es saliendo de una siesta o con un niño descansado para que vaya descansado mirando el paisaje e interactuando con el recorrido. Yo opto por la segunda, y a mi hija le encanta.
Menos es más: Las mamás somos expertas en llevar cosas ‘por si acaso’ y muchas veces ser mamás precavidas nos ha salvado de algún ‘percance’. Pero cuando corremos con coche cada peso extra se nota. Recomendamos elegir distancias cortas y cercanas a la casa y llevar lo menos posible dentro del coche.
Cuidar la postura: Este es el último punto, pero el más importante. Las que corren con coche sabrán que los brazos y la espalda se resienten. Al correr el movimiento de los brazos nos da impulso yequilibrio, con el coche los brazos van estáticos y eso hace que el movimiento no nos sea natural. Ir con los brazos relajados, ni tan cerca ni tan tirante, y elongar la zona superior post entrenamiento es clave para que no sobrecarguemos el tronco.