Aunque para mucha la piscina es sinónimo de relajo y descanso, también es el lugar ideal para ejercitarse quemando más calorías, y con menor impacto, para quienes se estén recuperando de una lesión.
La explicación es simple: la densidad del agua ejerce resistencia sobre el cuerpo, lo que permite quemar más calorías y tonificar los músculos sin riesgo de lesiones. Además, dentro del agua parece que el peso disminuye (por la capacidad que tenemos de flotar), con lo que el cuerpo se resiente menos en general.
Luis Ramírez, profesor de la carrera Preparador Físico de Duoc UC comparte algunos prácticos ejercicios para quienes tengan piscina en su casa o edificio.
- Sentadillas: este ejercicio estimula prácticamente toda la musculatura del miembro inferior y de la zona media. A su vez se pueden integrar ciertas variantes, como patadas, saltos o agregarles carga. La cantidad de repeticiones la determinará la condición física de la persona, pero un margen razonable sería entre 4 y 6 series de 8 a 15 repeticiones, con descanso entre 1 y 2 minutos.
- Estocadas: es un ejercicio similar al anterior, pero que contiene un mayor énfasis en el glúteo. Se recomienda practicar entre 4 y 6 series de 8 a 15 repeticiones, con descanso entre 1 y 2 minutos.
- Rebotes en punta de pies: este ejercicio estimula los gemelos (gastrocnemios) y es muy óptimo para realizar bajo el agua. Se recomienda practicar entre 4 y 6 series de 8 a 15 repeticiones, con descanso entre 1 y 2 minutos.