Vestirse en capas. Este tema es muy importante, ya que hacerlo nos va a ayudar a que en el momento que entremos en calor, podamos ir sacándonos ropa y no terminar llenas de transpiración.

Hidratación. Aunque con frío nos olvidamos de nuestra botellita de agua, es fundamental que no dejemos de hidratarnos. Ingerir líquidos es una buena manera de superar una infección respiratoria, además que agregar jengibre, alimentos con vitamina C, nos darán buenas defensas para no pescar ningún resfriado.

Ropa adecuada. Trata de evitar las prendas de algodón que se mojan y demoran en secarse. Ahora podrás encontrar buenas prendas corredoras que son transpirables y evitarán el agua se quede en tu ropa.

Cuida la respiración. El aire frío no le hace bien a tus bronquios, inspira siempre por la nariz, ya que es la vía natural de calentamiento del aire y exhala por la boca.

Accesorios. Es necesario proteger tu cuello del frío, usa uno ajustable y luego si entras en calor, te lo pones de cintiló y listo. También para las que siempre tienen sus manos heladas, hay guantes especiales para corredores, incluso algunos que en sus dedos tienen un material especial para manipular el celular.

Al terminar el entrenamiento. Deja la elongación para cuando estés en un lugar cerrado, idealmente en tu casa y procura inmediatamente sacarte la ropa mojada con la que llegaste de tu entrenamiento y una ducha caliente para mantener la temperatura corporal.