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Las metas claras

Las metas las ponemos nosotras. Cada corredora debe descifrar lo que quiere lograr y aterrizar esos deseos en su entrenamiento. Saber que es lo que queremos conseguir permitirá que nuestro entrenador nos fabrique un plan a la medida o que, si corremos por nuestra cuenta, lo hagamos por una causa.

Las metas las ponemos nosotras. Cada corredora debe descifrar lo que quiere lograr y aterrizar esos deseos en su entrenamiento. Saber que es lo que queremos conseguir permitirá que nuestro entrenador nos fabrique un plan a la medida o que, si corremos por nuestra cuenta, lo hagamos  por una causa.

Lo primero establecer metas:

  • De corto plazo: si estamos comenzando las metas pueden ser ir desde correr nuestra primera de 5k o si ya tenemos un nivel intermedio, bajar minutos en una carrera de 10k. Estas metas de corto plazo serán un buen diagnóstico de nuestros avances y una buena manera de ir superando etapas. “Estos objetivos deben ser realistas y alcanzables, para poder alcanzarlos y mantener la motivación a lo largo del proceso de entrenamiento. Si los objetivos o la meta son muy ambiciosos, existe una alta probabilidad de que la persona deje realizar actividad física, debido a la frustración provocada de no lograr lo esperado”, recalca Benjamín Maturana destacado atleta de resistencia y coach de runners.
  • De largo plazo: ¿cuál es nuestro sueño? Correr una maratón, participar de una carrera de montaña o simplemente llegar a la meta de unos 10k, todas las alternativas son válidas lo importante es imaginarnos cuál sería esa hazaña máxima. Puede ser en un año o dos lo relevante es que nuestro entrenamiento tenga como fin cumplir esa meta. Y cuando lo logramos, ir por más. “Por ejemplo, si una persona quiere participar en una maratón, debe asesorarse por un entrenador para que este le haga un plan de entrenamiento adecuado para su realidad”, dice Maturana.
  • Cuando ya tenemos las metas claras y el plan para lograrlas, solo nos queda ejecutarlas. Estos son algunos tips para lograrlo:
  • Lleva un registro: escribe acerca de tus entrenamientos, lleva un diario que vaya registrando tus progresos y los momentos donde te sentiste más fuerte o débil. Esa reflexión será de ayuda para que medites sobre tus metas y los pasos que se requiere para cumplirlas.
  • Reevalúa: nadie sabe como su cuerpo reaccionará al entrenamiento, a veces se puede avanzar muy rápido y en otros momentos, por estrés o alguna lesión, no tanto como quisiéramos. Por eso revisar periódicamente estas metas acorta la distancia entre el entrenamiento y los sueños. Esa revisión, si es que estamos bajo la supervisión de un profesional debe ser en común acuerdo: “El entrenador es quién va dando señales de metas cumplidas o por cumplir de forma tal poder abordar siguientes objetivo o metas superiores o mantener las actuales”, asegura el profesor de educación física y entrenador de Running Chile, Roberto Niedmann.
  • Paciencia, paciencia: ¿no bajaste los kilos que pensabas o no tus tiempos a pesar que seguiste el plan al pie de la letra? No todo se logra de un día para el otro, si eres de las que frustran… paciencia, el entrenamiento serio y bien ejecutado dará resultados. Sólo hay que continuar y seguir sumando kilómetros.

 

por

Josefina, periodista, corredora aficionada y editora de Ladyrun.

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