Se han dado cuenta que cuando uno levanta algo de mucho peso, cuando te pasan algo liviano, parece que no pesara nada. Esa comparación es justamente lo que me pasó con el crossfit y correr. La intensidad en velocidad, peso y energía de este entrenamiento es tan fuerte, que correr se me ha hecho más sencillo.

Para comenzar sugiero que lo hagas siempre con expertos, en mi caso cuando empecé no levantaba ni medio kilo y después de las primeras clases me dolía estornudar (no exagero), además no conocía las mejores posturas de los ejercicios, por lo que importa mucho que alguien esté asesorándote.

Con los meses he ido aumentando poco a poco la intensidad y el peso que levanto, esto es clave para no lesionarse. Por eso les insisto ir a un lugar con buenas referencias, en mi caso, es bestiacrossfit.com del que había escuchado comentarios positivos).

Sobre los beneficios no se ven rápido ( CrossFit: el perfecto complemento para corredoras), yo al menos no he visto el desarrollo de ningún músculo nuevo, pero sí me siento más fuerte. Esto es porque ejercitas abdomen, espalda baja que aumenta la velocidad y disminuye la posibilidad de lesionarse; además es un ejercicio entretenido para combinar con el running, la hora pasa volando y sientes cómo trabajas todo tu cuerpo y los ejercicios de espalda y brazos ayudan a la técnica de carrera.

Aunque jamás jamás jamás cambiaría correr por levantar peso, debo confesar que me ha gustado mucho este entrenamiento y me emociona ver que puedo levantar más peso del que creía. Así que está totalmente recomendado para todas las chiquillas que quieran mejorar la forma de correr y estar más fuertes.