Para una corredora la hidratación es una parte más del entrenamiento y está muy ligada a los resultados que vamos a obtener. Así como dormir y alimentarnos bien antes de una carrera, hacer pista, fartlek, largos y trotes conversados, tomar agua debe ser una acción planificada y que se adecúe a nuestros objetivos.
El cuerpo pierde mucha agua mientras corremos ( Hidratación todo el año) , y estamos obligados a mantenerlo hidratado durante los entrenamientos para entregar lo mejor de nosotros mismos, pero lo cierto es que la hidratación debe comenzar desde que nos despertamos por la mañana hasta que nos acostamos.
Según un artículo de la revista Runner’s World ( runnersworld.com), los corredores deben estar acostumbrados a consumir entre 200 y 300 ml de agua cada 15 minutos. Eso quiere decir que en una hora debemos haber tomado, al menos 1,2 litros. La clave está en no esperar a tener sed para ir por un vaso de agua, pues cuando esto pasa es porque ya es tarde, ya estás deshidratado. Evita la sed, y mantén cerca de ti una botella reutilizable.
Si se acaba, vas y la vuelves a llenar. Yo soy mamá y desde que nació mi hija mayor me he dado cuenta que en el pipí encontramos respuestas a varios problemas de nuestro organismo, y obvio que está ligado a esto también: si tu orina es muy clara, transparente, es porque estás super hidratada. Si es más oscura es que necesitas tomar más agua. Créeme que será fácil comprobarlo, pues si tomas tanta agua como deberías ¡estarás yendo al baño bastante seguido!
Si no te gusta tomar agua, recuerda que mantenerte hidratado es algo que hará una gran diferencia a la hora de correr ¿Sabías que muchas veces la sensación de fatiga, dolor de cabeza, cansancio general y mareos que sientes cuando corres se deben a que estás deshidratado? Tomar la cantidad de agua que tu cuerpo necesita va a ser un verdadero booster para tu rendimiento.
Por lo mismo, durante una carrera hidrátate cada 5K ¡Es pecado saltarse un punto de hidratación!
¿Sabías que una hidratación adecuada no solo está relacionada con nuestro interior? Mantener la piel hidratada también es un desafío de los deportistas en general. Cuando corremos en verano dejamos a la vista bastante piel–especialmente si te gusta correr con peto como a mí- mientras que en invierno se nos ve, al menos, la cara. Estas zonas que quedan expuestas se ven afectadas por el aire, el viento, el frío, el calor y el sol en distinta medida, y una manera de contrarrestar los daños es hidratando, no solo a diario, sino que antes y después de salir a entrenar.
Otro factor que tiende a resecar la piel es la sudoración, por lo que preocúpate de lavarte muy bien después de cada salida a correr, y si te das cuenta que la transpiración te ha dejado la dermis muy seca, busca cremas que tengan un porcentaje importante de urea, y santo remedio. También apóyate en el consumo de frutas con vitamina A, como el mango, el melón y el damasco, pues son perfectos para mantener la piel hidratada.