Los corredores somos seres de costumbres y nos aferramos a ellas como una cábala. Desde la manera en la que dejamos todo preparado la noche anterior a un entrenamiento, pasando por lo que comemos antes de cada carrera y hasta el modelo de zapatilla con el que nos sentimos más cómodas. Cambiar radicalmente significa un esfuerzo importante para nosotras. Por eso cuando Adidas anunció que crearía una zapatilla con un diseño especialmente pensado para las mujeres se avivó mi espíritu aventurero. Había que probarlas. La primera vez que me calcé las Adidas Pure X me di cuenta que eran diferente a cualquier otra zapatilla que hubiera probado. Su arco medio ‘flotante’ se siente raro en un principio, con mucha presión en el talón, pero en la medida que se dan los primeros paso se equilibra con la amortiguación de las cápsulas de espuma Boost. Esta vez lo hice bien: caminé por 2 días con ellas antes de comenzar a correr. Mi pie se adaptó bien y, en verdad, se sienten muy livianas para caminar. Su tejido se ajusta perfecto, se ven super femeninas con un marco pequeño.
En el evento de lanzamiento ( donde nos invitaron a conocer las ventajas del modelo y nos regalaron un par para probarlas) tanto la atleta nacional Jennifer González como los encargados de la marca recomendaron usarlas para distancias cortas, entre 5K y 10K. Así que dejé su primera salida para un recorrido corto al cerro San Cristóbal. Debo decir que no les tenía tanta confianza para subir el cerro, pero se portaron super bien. La amortiguación hizo que el entrenamiento se sitiera tan liviano como las zapatillas, que fueron ‘piropeadas’ por mis compañeras de club.
De ahí en adelante las he intercalado entre entrenamientos cortos ( mi ruta de 7K que hago con mis amigas todos los miércoles en la mañana) y muchas caminatas. Aunque sigo sintiendo una presión ‘diferente’ en el talón, no me molesta. Al contrario. Y las recomendamos precisamente para esos entrenamientos de running menos exigentes donde quizás intercalamos con otra disciplina y también para combinarlas, por ejemplo, con un vestido básico y unas medias gruesas en invierno.