Amamos correr y viajar. Me tomé unos días de vacaciones y, obviamente, se fueron en mi maleta las zapatillas, el peto y los shorts. Soy una convencida que los lugares se conocen mejor comiendo y corriendo. Como esta vez los destinos eran Madrid y Roma, la decisión de re-correrlos fue fácil.
Correr y viajar: mis primeros kilómetros por Madrid
Primero llegué a Madrid, ciudad que me sorprendió por sus parques. Mi favorito fue el del Retiro, que tiene un perímetro de 4,5 kilómetros y está lleno de árboles que dan una sombra exquisita. La dificultad en esta ciudad, que me han dicho que se repite en gran parte de Europa, es que abundan las subidas y bajadas. Así que incluso distancias cortas se pueden volver pesadas.
Pero como no pensaba restringirme en jamones serranos ni en sangría, me amarré bien los cordones de mis zapatillas regalonas y partí. Salí a correr un domingo y lo que más me sorprendió fue que me topé con dos corridas de 10K y una perrotón. Preguntando, me enteré que en Madrid se organizan hartas carreras todos los meses. Por lo que, si te interesa competir en tus vacaciones, revisa internet para llegar preparado.
Correr y viajar: Siguiente parada… Roma
El segundo destino, Roma, ofrecía una complejidad distinta: las calles y veredas son en su mayoría de adoquines, por lo que hay que correr con mucha concentración para no caerse y evitar lesiones. Yo di la vuelta por el Coliseo y seguí en dirección al Panteón. La gracia de esta ciudad es que donde mires hay alguna reliquia histórica impactante.
Otra cosa que hay que considerar si vas a correr en la capital italiana, es que hay que salir a más tardar a las 7.30 am, pues es una ciudad impactantemente turística, por lo que a las 9 ya es difícil avanzar entre la gente.
Lo rico de correr en ciudades desconocidas es que te fijas en cosas en las que comúnmente no te fijarías. Eso si es importante planificar las rutas para evitar perderte o para no llegar sin querer a zonas de riesgo. Yo descargué la aplicación maps.me que me permite descargar mapas para armar recorridos sin necesidad de estar conectada a internet.
¡Buen viaje!
