Si en verano aprovechas el gimnasio para correr, aunque haga calor afuera, debes tener en cuenta que usar una trotadora nunca será igual que salir a la calle. Por lo mismo, te dejamos cuatro puntos a considerar, para que le saques el mayor provecho a tu entrenamiento.

INTERCALA CON CALLE. Aunque uses la trotadora en la semana, sal los fines de semana: sábado y domingo son días perfectos para levantarse temprano y salir a correr al cerro o a la calle. Uno de los problemas principales que se presentan cuando uno entrena en trotadora es que no te enfrentas a los desniveles, las piedras ni los baches de las veredas, por lo que cuando sales a correr- aunque lo evites lo más que puedas, las carreras son al aire libre-, corres más riesgos de lesionarte y caerte. Por eso, aunque te acomode la trotadora, sal cuando puedas.

USA LOS DESNIVELES. Las trotadoras tienen opciones de entrenamiento para correr con distintas alturas. Úsalas, especialmente las modalidades de “cerritos”, para que no te malacostumbres a correr solo en plano.

VELOCIDAD. Aprovecha la trotadora para hacer trabajos de velocidad. Al poder controlar con exactitud la velocidad a la que te estás moviendo, hacer series de alta intensidad se vuelve sencillo en la trotadora.

TRABAJA LA CABEZA. Cuando empieces a correr en el gimnasio te vas a dar cuenta que es infinitamente más aburrido que correr afuera ¡No avanzas! Por eso, largos en el gym te van a ayudar a trabajar la mente y la concentración, lo que a la larga se convertirá en un súper aliado contra el maldito muro.