Planea un recorrido amigable
Que no te gane la ansiedad de querer sumar demasiados kms con ella y recuerda cómo fue tu primera salida. Si es literalmente la primera vez que sale a correr, lo mejor es planear una distancia de un par de kilómetros, elegir un recorrido amigable, como un parque, y sin mucha pendiente para no sumar dificultad innecesaria en este primer entrenamiento de ‘familiarización’.
Manténla motivada
Esta salida puede marcar el flechazo de tu amiga con el running, o su debut y despedida, así que tienes la misión clave de mantener su energía a tope para que no decaiga su motivación cuando se empiece a sentir cansada (que pasará si o si). Hazle barra tal como tantas veces te las han hecho a ti, ¡porque pucha qué bacán se siente!
Escúchala
La primera vez que corremos es normal que experimentemos sensaciones nuevas y que no las sepamos reconocer. Por eso escúchala y oriéntala respecto a qué es normal y qué no. Si en el trayecto no logra controlar bien su respiración, es mejor parar y luego de que sus pulsaciones bajen un poco, continuar; o si tiene alguna dolencia específica y no se siente cómoda con el trote, sugiérele que visite a un especialista para prevenir cualquier lesión.
Celebren juntas este primer gran logro
Definitivamente lo 2º más bacán de correr es el post-entrenamiento. Con la tarea de los kilómetros hechas, dense la merecida recompensa de celebrar este primer gran logro. Un rico desayuno luego de correr es un plan entre amigas que no falla.
Guíala en los pasos a seguir
Si odió el running, que no se diga que no lo intentaste… Pero si lo amó, entonces ahora tu rol es guiarla para que sepa cómo seguir sus entrenamientos. Si pueden y quieren salir juntas, genial, pero también puedes recomendarle algún coach que le haga una planificación según sus capacidades y propias metas, hablarle de las zapatillas más adecuadas para una corredora, sugerirle nuevas rutas, etc.