Hoy terminamos con Club de Trote que realizamos, durante 2 meses, invitadas por nuestras amigas de Zancada. Nuestra idea principal, era promover la idea de correr con amigas y así fue. En cada sesión el grupo se fue superando mucho más de lo que nosotras pensábamos. Acá les dejo una lista, de las cosas que hemos aprendido en estas casi ocho semanas.
La práctica hace al maestro. Esto se aplica perfectamente acá, sonará básico, pero para correr hay que correr, mientras más entrenamientos sumas, mejor y más rápido será tu rendimiento.
No hay mejor motivación que saber que un grupo de amigas te espera para correr, es imposible dejarlas plantadas.
Siempre es necesario hacer un chequeo antes de lanzarse a correr, conocer tu cuerpo, qué es lo que te duele, por qué te duele. Si algo insiste, puede ser una lesión y para eso nuestros amigos de KMP, siempre pueden ayudar.
Los comienzos son los más difíciles, por lejos. La forma más fácil de atacar el cansancio y las ganas de quedarse en cama, es la disciplina. Ahí está la clave del éxito, ser constante y jamás fallarse. Lo segundo y también importante, es pasarlo bien. Disfrutar cada salida, ya sea por la música, el paisaje o la conversación que tuviste.
Para correr hay que comer bien. Las proteínas y los carbohidratos son buenos amigos de un corredor, y hay que integrarlos correctamente a nuestra dieta. En este tema también es importante experimentar, sobre todo para las comidas antes de un entrenamiento, hay algunos que les hace mejor una barrita, un pedazo de fruta o un pan con mermelada. Eso sólo lo sabrás experimentando cada vez.
Cuando salgas a correr, fíjate en los movimientos de todo tu cuerpo, desde una correcta respiración, posición de brazos, hombros y pies.
No hay nada imposible. Si alguna vez pensaste que no podrías subir el cerro, que no podrías correr más de 5km sin parar ahogada, las chicas del Club de Trote, han demostrado que con constancia, no hay ninguna meta imposible, sólo hay que tener las ganas de superarlas.