El elongar suele ser una de las etapas de nuestro entrenamiento que hacemos más a la rápida, a contrarreloj en la ducha o que simplemente nos saltamos. Un grave error, ya que la elongación es clave para mejorar nuestra flexibilidad, y con ello aumentar la eficiencia en fuerza y/o potencia a la hora de entrenar.
Para que saques máximo provecho a a alongar, te dejamos algunos de sus errores más comunes:
- No es normal que una molestia se transforme en dolor
Al estirar los músculos, sobre todo en zonas donde somos más rígidas, es normal que sintamos algunas molestias provocadas por esta tensión. El objetivo es potenciar esa flexibilidad, especialmente donde nos sentimos más ‘tiesas’, pero NO es normal que la elongación provoque dolor. “Los estiramientos deben ser estáticos, con tensión muscular mantenida y sin dolor”, explica el Dr. Gonzalo Fernández, traumatólogo de Clínica Alemana en Alemana.cl. Si te duele, lo correcto es dejar de elongar esa zona y buscar la opinión de una especialista para evitar una lesión.
- Primero calienta, luego estira
Muchas personas tienden a confundir calentar con elongar, y son dos etapas totalmente distintas. Lo primero (¡siempre!) es calentar, despertar de a poco tu cuerpo y luego trabajar la flexibilidad. “El objetivo central del calentamiento y la elongación es incorporarse en forma progresiva al nivel deseado, permitiendo la adaptación del corazón, la circulación sanguínea, la respiración y el trabajo a nivel de tendones y músculos”, describe el Dr. Fernández.
- Si no elongaste justo después de entrenar, todavía estás a tiempo
Si te pilló el tiempo y no alcanzaste a estirar luego de entrenar, ni siquiera algunas minutitos en la ducha, tranquila que todavía estás a tiempo. Busca un momento durante el día, ya que elongar en frío también está permitido. Antes que saltártelo, lo MÁS importante es hacerlo de manera periódica.
- No hagas rebotes
A la hora de estirar, los movimientos deben ser suaves y lineales, por eso tómate tu tiempo y no insistas bruscamente por intentar completar rápido un ejercicio. Si haces rebotes puedes empujar un músculo o tendón más allá de su capacidad y provocar una lesión. Lo correcto es tener una actitud relajada y enfocarte en los músculos que estás trabajando. “Al alcanzar un estado de tensión muscular agradable, se debe sostener entre 10 y 30 segundos, percibiendo cómo la tensión disminuye de a poco”, explica el traumatólogo de Clínica Alemana.