Seguramente en algún entrenamiento la han escuchado. La propiocepción es la percepción inconsciente de los movimientos y de la posición del cuerpo, más allá de la visión; una habilidad que involucra sensibilidad y equilibrio, y que es fundamental para los runners, especialmente a la hora de evitar lesiones.
En términos prácticos, la propiocepción es el mecanismo de defensa a través del que nuestro cuerpo responde rápidamente ante imprevistos, por eso es tan importante realizar ejercicios que trabajen este sistema.
Al no ser una habilidad propia del running, como sí lo es de disciplinas como el yoga o pilates, muchas veces la olvidamos… ¡grave error! Porque si bien no mejoran directamente el rendimiento, con que eviten uno de nuestro peores temores, las lesiones, ya basta y sobra.
¿Cómo trabajar la propiocepción?
- Practica ejercicios estáticos en que debas mantener el equilibrio, por ejemplo de pie y flexionando solo una pierna, y extiende los brazos para no caerte con facilidad. Para sumar dificultar cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. También puedes utilizar elementos como una colchoneta o un bosu.
- Varía tus entrenamiento consuperficies irregularescomo arena o la montaña. Eso si, preocúpate más de lo impredecible del terreno que de la velocidad, recuerda que la idea es trabajar el sistema para evitar lesiones, no tener una. En este sentido, el trailrun es un buen aliado para trabajar la propiocepción.