Correr sola pone a prueba la fuerza de voluntad pero, sin duda, entrenar con amigas es siempre más entretenido. Hace unos meses la Dani Paz cambió el centro de Santiago por Providencia y, además de amigas y colaboradoras de Ladyrun, nos hicimos ‘compañeras de trote’. Con un monosilábico mensaje por wasap, la noche anterior y una igualmente breve confirmación AM comenzamos a correr juntas 2 mañanas a la semana. “6:50 AM en tu casa”, corto y preciso. Ese último mensaje siempre es sin retorno, porque yo salgo sin teléfono a correr y la primera regla de una buena vecina runner: nunca dejar a la amiga parada en una esquina.
Tan buena resultó la experiencia que agregamos a más amigas y nuevos desafíos para el día de la semana que teníamos ‘libre’. Armamos un grupo con otras 5 corredoras y nos propusimos un trote grupal ‘buena onda’ con subida al cerro incluida. Ustedes dirán: “prefiero correr sola”, pero les aseguro que agregar 1 o 2 entrenamientos ‘sociales’ a la semana hace la diferencia. Por experiencia propia puedo decir que se suman más kilómetros en la semana ( porque el compromiso, te obliga a cumplir) y lo más importante ¡se pasa mejor!
Acá les dejamos algunos consejos para armar su propio grupo de ‘amigas que corren’:
Buscar una ruta que las una
Busca dentro de tu grupo de entrenamiento o en tu círculo de amigas las que vivan cerca. Motívalas con un ruta entretenida por el barrio y si tienen tiempo, pueden terminarla con un desayuno (¡mucho más rico!) No importa si corren más o menos, coordinen una distancia que les acomode a todas y que no las aleje demasiado de sus casas sobre todo si la ‘junta’ es AM.
Proponerse metas en común
Pueden ser 5, 10, 21 o 42 ¡da lo mismo! Anoten en el calendario una carrera para correr juntas, eso les dará tema de conversación y una motivación extra para seguir entrenando juntas. Por ejemplo nosotras ( menos la Dani Paz que se nos va de vacaciones en la misma fecha) nos vamos al sur a correr en unos días más y la idea se nos ocurrió en uno de estos entrenamientos AM.
Levantarse el ánimo y respetar los ritmos
Te acostaste temprano, pero tu amiga se tomó unas copitas de más en el ‘happy hour’ de la pega el día anterior. Ella igual quiere correr y tú también. No pasa nada si bajas el ritmo y la acompañas para en unos kilómetros un poquito más lentos de lo acostumbrado. Salirse de la zona de confort y dejarse llevar también es bueno porque, a veces, los corredores estamos demasiado pendientes de nuestro ritmo y performance… y como dice una amiga ‘se convierten en robots’. Mejor ser un robot con corazón y empatía.
La que quiere conversa
A muchos no les gusta conversar mientras entrenan. Personalmente, hay veces en que no me para la lengua y otras en las que voy en silencio total. Por eso una de las características obligatorias que deben tener como grupo de ‘amigas de trote’ es la total libertad para ponerse los audífonos o darle rienda suelta a la conversa. Si una no quiere conversar, nadie se ofende. Así son las buenas amigas.
