Así como la resistencia y musculatura se entrenan, he comprendido que el running también nos enseña mucho sobre habilidades personales y sociales. Constancia, compañerismo, resiliencia, tolerancia a la frustración, entre muchas otras, y por supuesto, a competir sanamente, algo que no a todos se les da fácil. “Toda competencia es sana cuando compites para superarte, cuando el producto final es un aprendizaje y experiencia para ti y no para otros”, explica el psicólogo Christian Bordón, coach deportivo de KMP y fundador de PeerCoach.

Yo lo reconozco, soy competitiva. Muy competitiva, aunque no lo aparento. Antes de empezar a correr en serio y de entrenar constantemente, era de las que se preocupaba demasiado del tiempo y del lugar en que iba a salir. Ni hablar de esa sensación cuando todo el mundo te pasa en las corridas ¡lo pasé mal! Pero aprendí. De a poco superé esa angustia que me provocaba querer ser mejor que el resto y logré enfocarme en ser la mejor versión de mí.

Si ustedes están en ese camino por ‘soltar’ la ansiedad y convivir en armonía con la competencia propia del running, acá les dejamos algunos sabios consejos que nos entregó Christian.

• No compitas para ganarle a otros, porque compites con variables que no dependen de ti. Hazlo para mejorar tu tiempo o para llegar en mejor estado a la meta, eso sí depende de tu entrenamiento y de ti. Reconoce tus límites para desafiarlos.

• Escoge tus carreras, no es necesario que corras todas. Elige tus metas, ser primera no es lo único, es solo una meta más.

• Cuando sientas que estas compitiendo para superar a otros, pregúntate ‘¿para qué lo hago?’ Y luego de que te respondas, vuelve a preguntarte lo mismo. Te darás cuenta que eso no te moviliza como creías y que necesitas una motivación más importante.

• Cuando corres haces consciente y real la ‘superación personal‘ porque la experimentas constantemente. Desde esta mirada, ¿para qué hacerlo por otros?

• Para calmar la ansiedad en una corrida masiva: mira el entorno, colores, sonrisas y alegría, sonidos, identifica cosas que te animan y transmitan energía. Busca sentirte cómoda, que el momento fluya.

• Si corres es porque lo disfrutas. Disfruta escoger y correr cuánto, dónde, cuándo y cómo quieras. Cuando corres no existe el fracaso, ¡solo resultados no esperados!