No fue hace tanto tiempo que empecé a poner en práctica el hecho que la alimentación también es un factor importante para ser mejores corredoras. He ido muy muy lento cambiando algunos hábitos e incorporarlos a mi dieta y uno de mis favoritos es la chia.
Así como la maca, avena, palta, podemos incorporar de manera muy sencilla la chía a nuestras comidas y desayunos. Acá les dejamos algunas razones para hacerlo.
- Es alta en importantes nutrientes como el calcio, magnesio, manganeso y fósforo.
- Contiene un aminoácido llamado triptófano, que ayuda a mejorar y a regular el apetito, el sueño y el estado de ánimo.
- Posee sobre un 20% de aceites omega 3, por lo que comerlas aumenta tu ingesta cotidiana de ácidos grasos esenciales, aminoácidos y prebióticos.
- Es alta en fibra dietética soluble e insoluble por lo que tiene efectos saciantes. Es decir, al ingerir esta semilla, tendrás menos ganas de seguir comiendo o ingiriendo comida que no aporte calorías buenas a tu cuerpo.
- Absorbe entre 10-12 veces su peso en agua lo que ayuda a mantenerte súper hidratada.
- Tienen el doble de potasio que el plátano y dos veces más la cantidad de proteínas que cualquier verdura, generando un aporte extra de energía.
- Sus ácidos grasos Omega 3 proporcionan propiedades antinflamatorias, por lo que si tomas chía diariamente notarás que se reduce el dolor de tus articulaciones.
Gracias a que su sabor es bastante imperceptible, puedes agregarla a un batido, mezclarlas con la ensalada, espolvorearla en un plato salado, añadirlas a barritas o muffins.