Hace unas semanas que estoy probando las Forever Floatride Energy de Reebok. Reconozco que cuesta salir de mi zona de confort cuando hablamos de zapatillas para correr. Casi siempre uso la misma marca ¡incluso el mismo modelo!, por eso cuando tuve la oportunidad de probar las nuevas Forever Floatride Energy de Reebok al principió dudé ¿serán tan buenas? Pero la verdad es que fue amor a primera corrida.
¿Por qué me gustaron las Forever Floatride Energy de Reebok?
La atracción siempre entra primero por los ojos, y el diseño de estas zapatillas es buenísimo. Muy sencillo, cosa que se agradece, y en tres colores: naranjo, azul y negro, que las hacen ideales para llevar puestas por la vida y para combinar con cualquier look runner.
Luego cuando te las pones, lo primero que sientes es una entre suela muy suave y acolchonada, por lo que sabes que la cosa viene bien. Pese a este acolchonamiento, la sensación es ligera. El upper se ajusta perfectamente al pie y su malla de carbono es súper respirable.
Nos invitaron a probar las Forever Floatride Energy en el asfalto, y salimos a correr 4 kilómetros para descifrar las sensaciones que nos daban estas zapatillas. La verdad es que pasan la prueba. Terminé sin dolores en ninguna parte, y pude correr bastante rápido sin que se me rompiera el talón –cosa muy usual al menos en mí.
En su modelo femenino, estas zapatillas pesan solo 216 gramos – 249 en la versión masculina- y la sensación suave es gracias a la mediasuela hecha a partir de la Floatride Energy Foam, una espuma que devuelve gran parte de la energía que le damos a cada paso.
Ojo, que esto es importante: no es una zapatilla para correr maratón. Pero si lo que quieres es dar una vuelta de 10K o tal vez 15K, no deberías tener problema, todo lo contrario, te encontrarás con una carrera suave y muy cómoda.