La alimentación intuitiva tiene que ver con escuchar al cuerpo y las señales que nos envía cuando se trata de comer. A diferencia de otros tipos de nutrición, es absolutamente individual y está directamente relacionada con prestar atención a los mensajes del organismo y a satisfacer las necesidades físicas y emocionales de cada uno.
Si bien es una corriente de alimentación que apela a los orígenes de todo ser humano (ya que todos los recién nacidos se alimentan por intuición), el concepto de alimentación intuitiva como tal fue creado en 1995 por los dietistas estadounidenses Evelyn Tribole y Elyse Resch. El mensaje fue claro: comer cuando sientas ganas, parar cuando estés satisfecho, no caer en los atracones de comida por estrés o ansiedad y alejarte de la culpa.
El gran objetivo de la alimentación intuitiva es cambiar la forma en que percibimos la comida, dejar de categorizarla entre alimentos “buenos” y “malos” y no obligarnos a comer o no, si no lo sentimos. Un claro ejemplo que sustenta este concepto es el de los niños: durante la infancia aprendemos que es obligación terminar el plato o no hay postre, y que hay comidas permitidas y otras prohibidas; como resultado, en la vida adulta desarrollamos una relación con muchas restricciones y remordimientos respeto a qué comemos.
Esta corriente de nutrición se aleja de dietas, reglas e índices tradicionales de IMC, e invita a comer de todo, siempre y cuando le haga bien a nuestro cuerpo y mente, basándonos en la señales del hambre y saciedad. Por eso, el primer paso tiene que ver con aprender y detenernos para escuchar los mensajes del organismo y cuidarnos conscientemente.
Múltiples estudios han confirmado los beneficios de la alimentación intuitiva, entre los que están mayor autoestima, imagen corporal más saludable, mayor bienestar, impacto positivo en la salud mental y menor riesgo de trastornos alimentarios. Eso sí, la Universidad de Cambridge realizó una revisión de los informes sobre este tipo de nutrición hasta el 2014, y reveló que si bien ayuda a mantener el peso, no hay suficiente evidencia en que ayude a bajarlo.
Los 10 principios de la alimentación intuitiva:
- Evita la mentalidad de dieta
- Acepta el hambre
- Reconcíliate con la comida
- Ignora los remordimientos
- Descubre el factor de la satisfacción
- Reconoce la saciedad
- Lidia con tus emociones
- Respeta tu cuerpo
- Siente la diferencia en el movimiento
- Cumple con tu salud (mantén una buena nutrición)