En Ladyrun hemos hablado varias veces de lo mucho que nos gusta correr con amigas, de lo inspiradas y sobre todo motivadas que nos sentimos cuando sabemos que alguien nos está esperando para ir por un trote. Pero qué pasa cuando alguien tiene una compañera que no anima y se convierte en una deprerunner.
Una compañera de running negativa se distingue fácil. Es la que desde el momento en que se encuentran tiene cero ánimo de correr, cuenta excusas para decirte que no está en su mejor momento y que se puede quejar promedio 3 veces por kilómetro de cualquier cosa. Correr con ella tiene como consecuencia que termines tu entrenamiento bajoneada, cuando debería ser todo lo contrario. Un verdadero desperdicio de las endorfinas que da correr.
Nuestro primer consejo (que es lo más sano): conversa con ella. Intenta descifrar qué es lo que le pasa y pregúntale cómo puedes ayudarla. Si su respuesta es que NO le pasa nada, y con toda la diplomacia que merece una amiga, dile que francamente que sus comentarios no aportan. Porque si ya es difícil encontrar el ánimo para salir a correr, es mucho peor hacerlo cuando sabes que no te encuentras con la mejor compañía.
Si eso no cambia nada, lamentablemente tienes que buscar nuevas alternativas, por lo menos para correr. Puedes salir sola algo antes y aumentar kilometraje, así tendrás un tiempo para ti, o bien sumar otros amigos a tu grupo, para no centrar toda la atención en las quejas. Porque finalmente toda esa ‘mala onda’ corriendo puede repercutir en la amistad.
Es importante que además de tener una compañera de running que tenga tu ritmo parecido, o una meta en común, también tenga un ánimo y cariño por correr parecido. No hay nada mejor que en un momento bajo, tu compañera sea la que te anime, y que tú hagas lo mismo por ella.