Con la llegada del verano, las mañanas son perfectas para correr. Hoy ya sale el sol cerca de las 6:30, y para quienes somos corredora AM es el mejor momento del año, y para las que todavía no se atreven, es la temporada para aventurarse. Pero, antes debes saber algunas cosas que evitar.
Dormir. Muchas veces hemos dicho que el descanso es parte del entrenamiento. Que te despiertes temprano a correr, no significa que duermas poco. Todo lo contrario. Preocúpate de tener tus horas de sueño necesarias para que te despiertes con energía y puedas rendir como esperas.
El despertador, siempre prendido. Esto para mí es una ley. Jamás apagar el despertador. No dejo que suene una segunda vez y ya estoy levantada. En la mañana todo debe hacerse rápido, y no hay tiempo para pelear con la hora.
Comer temprano y bien. Aunque no lo creas, la comida de la noche es clave para el entrenamiento am. Por ejemplo si comes demasiado liviano, es probable que al día siguiente te sientas fatigada o con falta de energías, también si comes mucho o comida con mucho picante o lácteos, no te ayudarán a dormir bien y menos lograr tus kilómetros en la mañana.
Tener la ropa lista. Un corredor am lo sabe. TODO se deja listo en la noche anterior. En la mañana no tienes cabeza para nada, puedes olvidar tus llaves, audífonos, ponerte el reloj y no sabrás elegir la ropa. Así que tómate unos minutos en la noche y prepara tu entrenamiento.
Siempre comer algo. Durante mucho tiempo salí a correr sin comer absolutamente nada, sólo un vaso de agua y partía. Pero después de varios consejos de nutricionistas, supe que eso no era lo mejor para mi rendimiento. Básicamente porque el cuerpo gasta energía, que tiene que reponerse para evitar malos ratos, durante y después. Yo siempre opto por un trozo de fruta muy dulce como mango o piña, los dátiles también son una buena opción.
Saber qué harás. Cuando te despiertes, idealmente debes tener claro qué vas a hacer. Saber aproximadamente los kilómetros que correrás, si harás preparación física o pasarás al gimnasio. Si comienzas a decidirlo en la mañana, seguro te quedarás pegada en qué hacer, y no lograrás salir de la cama.