Es un clásico post carrera temerles a las escaleras después de una carrera. El esfuerzo muscular es alto, y si no te preparas con tiempo los dolores pueden durar más de lo normal.

Pero la vida de las Ladyrun no se pone en pausa después de una maratón, al contrario, tenemos que seguir trabajando y haciendo todos nuestros quehaceres, por lo que es necesario terminar en buenas condiciones.

A continuación, te dejamos algunos consejos para que no te pases semanas cojeando después de romper un récord. Esperamos que te ayuden esta temporada de carrera primaveral.

1. Trote regenerativo. Sí, sabemos que después de haberte exigido al máximo lo único que quieres es estar horizontal y maratonear Netflix, pero lo cierto es que un trote regenerativo 24 horas después de tu carrera va a marcar la diferencia en la recuperación. Esto te ayudará a mantener el flujo sanguíneo y descontracturar músculos que pueden haber quedado tensos. Clave es terminar con una elongación concienzuda.
2. Ojo con la hidratación. Durante la carrera y en las horas posteriores es clave tomar bebidas con un buen contenido de carbohidratos, que además te van a ayudar a recuperar los minerales que perdiste con la transpiración. Y ojo, pese a que muchos soñamos mientras corremos con un bidón de cerveza helada, no es bueno excederse en el consumo de alcohol post carrera, pues eso aumentará la deshidratación y por ende los malestares.
3. Hazte un masaje la semana post carrera. Existen varios centros con kinesiólogos expertos en masajes deportivos, y en algunas carreras incluso se encuentran stands disponibles para los corredores. Puede parecer extra, pero la verdad es que se siente la diferencia.
4. ¿Gluta qué? La glutamina es un aminoácido que interviene en la composición de las proteínas que mantienen las células en estado óptimo y reparan los tejidos. Esto te importa si vas a correr una carrera, porque reduce el daño muscular y ayuda a una adecuada recuperación. Aunque la puedes consumir en suplementos, los alimentos que más tienen son los frutos secos, las espinacas, el perejil, los lácteos y la carne.