Por Daniela Carrasco (@dnlpz)
Hace un año intenté correr, no por primera vez, sino con una pequeña esperanza que fuera algo que me gustara. En mi aplicación NikeRun que sigo usando, me recuerda que en agosto del 2014 corrí 4.21km a 8’35’’, 12 meses después, casi 1.000 kilómetros más, me puse a pensar todo lo que pasó en este primer año que llevo corriendo y lo comparto acá con ustedes.
Esto de correr es algo que si te gusta no puedes dejar. Yo empecé, en una rica fecha, cuando el clima y el ánimo empieza a mejorar, entonces no me fue complicado salir a correr luego del trabajo o levantarme temprano a hacerlo.
Los primeros meses decidí que no me iba a comprar nada deportivo hasta no lograr una buena meta, así tendría alguna motivación a seguir, por eso durante varias semanas salí con polera de algodón, mis zapatillas antiguas y un short que tenía guardado, pasando las semanas empecé a subir mi cantidad de kilómetros, hasta que un amigo me incentivó a inscribirme en una carrera de 10k. Eso nunca lo había hecho, pero tener una propósito me hizo no decaer en las semanas siguientes.
Después de pasar esa carrera, que fue increíble y que hasta el momento la recuerdo como una de mis favoritas, seguí corriendo sin parar, bajando algunos kilitos, disminuyendo los minutos por km y sintiéndome cada vez mejor.
Así siguieron pasando los meses y ya te das cuenta que esto forma parte de tu rutina, entré a un club de running que me hizo inmediatamente sentirme una profesional y ellos fueron quienes me motivaron a correr mis primeros 21k, 6 meses después de mi primera salida. Y tal como conté en LadyRun, lo logré y fui la más feliz en llegar a la meta.
Hay personas que temen empezar a correr, que las rodillas, que no se lo pueden o que creen que les dará lata. Yo que era de esas que admiraba a los que dejaban el copete, mañanas durmiendo, fiestas y otros, les digo que cualquiera puede hacer lo que se proponga. Y si quieres correr y estás decidida a que forme parte de tu vida, ladies… lo van a hacer. Porque a lo Massu: nada es imposible, ninguna huevá.