Seamos honestas, a la mayoría de las mujeres se nos junta entremedio de las piernas y sufrimos de rozadura de los muslos. Y a las que no… ¡sepan que son una especie en extinción! Personalmente no tengo problemas con mis muslitos, incluso me gusta tener piernas más corpulentas. Eso sí es innegable que para correr la cosa es medio incómoda, sobre todo para distancias de largo aliento en que la lesiones por rozaduras se vuelven un problema común.
Como muchas, aprendí de este inconveniente a porrazos. Luego de mi primera ½ maratón. Cuando bajaron las endorfinas de mi felicidad eufórica por cruzar la meta comenzaron los ¡ouch! De las heridas de guerra (lean el #CONCHISPEZA: Heridas de Guerra de Sole Hott #conchispeza: Heridas de guerra), la de mis muslitos fue la que me sacó más lágrimas. ¡Ni siquiera sabía que me podía hacer heridas ahí! Si alguna ha sufrido de este tipo de lesiones, sabe de lo que hablo. Ducharse, ponerse un pantalón, incluso ir al baño se convierten en una misión imposible. Además que una tiene que caminar literalmente como vaquero. Horrible…
Sufrí, les prometo, y por eso me prometí a mí y a mis muslitos, jamás someterlos de nuevo a ese dolor. Y acá les comparto cómo evitarlo. Si tienen otros tips, ¡serán más que bienvenidos!
- Evita correr con prendas que dejen esta parte al descubierto. Si te gusta correr con shorts como a mí, elige aquellos que vienen con patas incorporadas; y si corres solo con patas, opta por modelos que no sean demasiado cortos.
- Asegúrate de utilizar prendas con telas suaves y respirables, y mientras menos costuras, mejor. A mi me acomoda bastante el algodón.
- Antes de hacer una distancia de largo aliento, aplícate vaselina u otro lubricante en la zona donde hay rozadura, así evitarás las heridas por fricción.
- Fortalece tus muslos. Cuesta, y harto. Pero hacer ejercicios que endurezcan esta zona hará que vayas con todo más apretadito y en su lugar, así la piel se mantendrá más firme.