Como su nombre lo adelanta, este tendencia de alimentación viene de la unión de las palabras ‘flexible’ y ‘vegetariana’, y como te lo estarás imaginando es una versión menos estricta del estilo de vida vegetariano. Según describen sus propios adeptos, el flexitarianismo no se centra en lo que NO comes, sino en lo que comes y en su origen.

Se puede llamar flexitarianos a aquellas personas que basan su alimentación en una dieta vegetariana (80% aprox.), pero que de manera excepcional consumen algunos productos de origen animal (20% aprox.) como mariscos, pescados, aves y carnes. Quienes siguen esta dieta puede que en sus casas solamente consuman platos vegetarianos, pero que en casas de amigos o algún evento coman sin culpas y sin transgredir ninguna regla, platos que contengan productos de origen animal.  

“No es flexitariano quien una vez a la semana hace una comida vegetariana, o que come poca carne o pescado, sino aquella persona que siguiendo una dieta vegetariana a diario, hace consumos puntuales de alimentos de procedencia animal. El consumo ocasional de alimentos de origen animal, dentro de una dieta habitual vegetariana, es lo que los define. No lo que consumen, sino la frecuencia con la que lo hacen”, describe Eugenio García, cocinero y autor del sitio Flexitarianos.org en su sitio web.

¿Algunos de sus beneficios?

Con la alimentación flexiteriana se ingieren menos calorías, menos proteínas de origen animal, menos grasas totales, menos colesterol, menos sodio y azúcares refinados. Además se consumen más hidratos de carbono complejos, fibra, antioxidantes, vitaminas, minerales, grasas saludables tipo Omega 3. En resumen esta dieta puede aportar ventajas similares a la vegetariana en materia de peso y salud cardiovascular, así como en la prevención de enfermedades como diabetes y cáncer; y evita la carencia de ciertas vitaminas que contribuye la ingesta esporádica de pescados y carnes. 

“Las ventajas del flexitarianismo están íntimamente ligadas a las de la dieta vegetariana que constituye la base de este tipo de alimentación. Por supuesto, algunos beneficios se ven potenciados cuanto menor sea el consumo de productos de origen animal, tanto carnes como pescados, huevos o lácteos, mientras que otros están ligados, aunque pueda parecer contradictorio, a la ingesta de algunos nutrientes que aportan estos alimentos”, explica Eugenio García. 

Eso sí, esta dieta recomienda el consumo de alimentos ecológicos y sostenibles (de origen animal o no), para garantizar su valor nutricional, pero además como una forma de respeto hacia los animales que se destinan para alimentación humana. Otro ítem que se debe considerar es que los flexitarianos evitan los productos ultra procesados, y a pesar de que no siguen restricciones, su alimentación está siempre basada en una dieta consciente y moderada.