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Ser corredora AM y no morir en el intento

¿Es posible madrugar para cumplir con los objetivos corredores? ¿qué hacer para no tener sueño a las 5 de la tarde y empezar a bostezar en una reunión? Aquí desde un relato en primera persona repaso lo que ha sido un año completo de mi conversión a corredora AM y no morir en el intento.

Sin ser una profesional o intentar tener alma de atleta, me di cuenta que necesitaba ser corredora AM. La principal razón tiene que ver con que los entrenamientos de la tarde estaban complicando lo personal.

Juntarme con un grupo a correr 3 veces a la semana en horario post-pega me estaba llevando a llegar tarde a la casa sin ganas de nada, a perder a los otros amigos, no tener ganas para ir al panorama post-pega o simplemente a sumergirme en la cama, porque después de la ducha del entreno lo único que quería era dormir.

Esos factores me llevaron a practicar la levantada al alba para el trote y aunque no ha sido fácil (sobre todo el invierno) aquí algunas cosas que he aprendido:

  • Rigor y orden: Si vas a madrugar, hay que ser constante. Mi primer aprendizaje es intentar que el entrenamiento AM sea permanente y así transformarlo en rutina. El hecho de respetar los horarios hace que la rutina diaria se pueda afrontar mejor, que no te de sueño a las 5 de la tarde. Si vas a entrenar AM que sea constante, sino no solo las horas de sueño se verán alteradas, también la rutina completa y el resultado podría ser desde andar como tonto por la falta de sueño, bostezando en todos lados, hasta tener la sensación de estar más debilucha y vulnerable.
  • Tener un rango fijo para ir a dormir: Así como hay una hora para levantarse en la madrugada, es recomendable hacer lo mismo para dormir. En mi caso, nunca he dejado que mi horario de lunes a viernes sea después de las 10.40 PM, eso me ha permitido levantarme a las cinco y media sin tanto drama. Alcanzaba a dormir 7 horas, tiempo que me ha permitido despertar con normalidad y recuperada de la jornada.
  • Qué viva el café: En mi caso, la dosis diaria se remite a un máximo de cuatro tazones. El primero es en la madrugada para activar, luego tipo 10 AM para tener energía una vez que ya has empezado la rutina laboral, estás frente a tu escritorio y necesitas que la neurona se despierte. Otro después de almuerzo, tipo 3.30 permite no bajar la guardia en el tramo más largo del día y muchas veces se complementa con un segundo café de tarde (eso sí más aguachento en reuniones para llevar la tarde; otras veces lo cambio por una fruta o por un par de dátiles, porque lo dulce algo tiene que activa. A eso se le suma uno que otro lavado de cara por la tarde, sobre todo el viernes cuando casi no queda energía.
  • Dormir siesta el fin de semana: Esto es sagrado cada sábado después de almuerzo, un descanso de casi una hora que me permite cargar pilas para el evento social de la noche, siempre y cuando no haya carrera el domingo, sino se cambia para el otro día. No hay mejor sensación que despertar después de un pestañeo diciendo “siesta, que fantástica, fantástica esta siesta”.

 

¿Cuáles son sus tips de corredora AM para sobrevivir el resto del día? ¿Cómo lo han hecho con el frío en invierno, aunque ese es un tema que da para otro post, me gustaría conocer sus secretos?

 

 

por

Periodista y corredora. Trabajo con innovación, emprendimiento y políticas públicas. Correr es lo mejor que me ha pasado en los últimos 5 años.

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