- Relaja y desinflama los músculos de tu cuerpo
Un baño de tina con agua tibia (40ºC aprox., evita la temperatura muy caliente) hace que los vasos sanguíneos se dilaten y que haya una mayor oxigenación del cuerpo, y por ende que la musculatura se relaje, contracturada generalmente por estrés. Además, esto ayuda a desinflamar y aliviar las dolencias y el cansancio provocado por el entrenamiento del día.
- Alivia el dolor de cabeza y los síntomas del refrío
El agua tibia relaja la presión de la sangre (el mismo objetivo que los medicamentos para alivia el dolor de cabeza) y permite que el oxígeno llegue a las células de tu cuerpo, incluido el cerebro. Además, si estás resfriada un baño de tina es perfecto, ya que el vapor del agua te ayudará a descongestionar el sistema respiratorio y calmar el dolor de garganta. Esto también aplica para aliviar la sinusitis o alergias.
- Estimula la circulación
El agua tibia dilata los vasos capilares del cuerpo y permite la correcta oxigenación de las células, y con ello se estimula el funcionamiento de los sistemas circulatorio y linfático. Para potenciar este efecto utiliza una esponja para masajear el cuerpo.
- Elimina las toxinas
Por la misma activación del sistema circulatorio, los poros de la piel se abren, permitiendo que elimines las toxinas que has acumulado durante el día o semana. Con esto tu cuerpo bota los deshechos que provocan efectos como granos o envejecimiento prematuro de la piel. Aprovecha este momento para ocupar exfoliantes y aceites hidrantes, y así limpiar y humectar tu piel en profundidad (encuentra más días en el post ¡A correr bellas!).
- Es la antesala perfecta para ir a dormir
Haz de tu baño de tina un ritual de relajo y desconexión, y con ello crearás la antesala ideal para preparar tu cuerpo y mente para ir a dormir. El agua tibia, los aromas relajantes, la música de fondo y todo lo que implica un baño es un efectivo tratamiento para calmar la ansiedad y el estrés, prevenir el insomnio y dar por finalizado el día en un estado de paz y tranquilidad.
¿Qué no te debería faltar en un baño de tina?
- Velas con aromas relajantes como lavanda, jazmín o manzanilla.
- Exfoliante para la piel (idealmente rostro y cuerpo).
- Aceite calmante y/o hidratante para rociar sobre al agua.
- Música tranquila de fondo (una copa de vino también es bienvenida).
- ¡Tiempo para ti!
Si te gustó este post, lee también Así debería ser tu ducha post-entrenamiento.