¿Correr todos los días? Sí, no es un plan tan loco. Muy por el contrario, es una buena manera de formarnos como corredores. No tienen que ser largas distancias ni ritmos alocados. Lo importante es la constancia y el hábito que podemos crear cuando le dedicamos un momento al día al running o al entrenamiento funcional ( para los días de descanso).
Hay procesos fisiológicos complejos que suceden cuando alguien empieza a entrenar todos los días que pueden ayudarnos si tomamos las consideraciones adecuadas. Sobre todo, esta regularidad hace que nuestro cerebro se acostumbre al «esfuerzo» y nos sea cada vez más fácil salir a correr. Un hábito, dice la ciencia, se crea en un plazo de 10 semanas.
Eso sí piensa en la semana como 5 días, siempre agenda uno o dos día de descanso ( o de entrenamiento funcional o yoga) para una correcta recuperación.
Y antes de comenzar a enumerar los beneficios es importante que consideres el punto anterior, porque si te sobre entrenas ( 5 señales del alerta del sobreentrenamiento deportivo) todos esos beneficios pasan a segundo plano.
¿Correr todos los días?
Sabemos que el ejercicio constante y regular aumenta la salud cerebral, mejorando la memoria, la concentración, la fuerza de voluntad y la capacidad para aprender ( 5 beneficios del running para tu salud que no conocías) y eso es lo que nos encanta de este deporte.
Un entrenamiento constante nos permite ver esos beneficios más rápidamente siempre considerando que debemos equilibrar con una dieta balanceada, descanso y entrenamiento muscular para evitar lesiones. Un estudio sugiere que incluso 10 minutos diarios serían beneficiosos para mejorar la salud cardiovascular.
Dependiendo del nivel que tengamos como corredores, ese «entrenamiento diario» puede ir aumentando pero los beneficios de correr los puedes alcanzar incluso con 5 horas semanales, las que puedes distribuir en 5 días. Así te asegurarás de disminuir el riesgo de lesiones por sobreentrenamiento.
- En resumen si quieres darle la oportunidad a la idea de correr todos los días debes considerar:
- Darte días de descanso o de entrenamiento complementario que te permita recuperar
- Tener una alimentación equilibrada e hidratarte bien
- Dormir las horas adecuadas
- Hacer entrenamientos de running variados: a ritmo, más lentos, series y cuestas. Y siempre asesorado por un especialista.